Antropoceno
El antropoceno, la era en la que lo artificial tiene más peso que lo natural
Un estudio de la revista Nature revela que en 2020 la masa de lo fabricado por la humanidad superó en peso a la masa de los seres vivos por primera vez en la historia. Por esta razón, algunos científicos sugieren que hemos entrado en el antropoceno, una nueva era geológica marcada por el impacto del hombre. A continuación, te contamos cuáles son sus características y sus efectos sobre el medio ambiente.
De acuerdo a un reciente estudio publicado en la revista Nature Enlace externo, se abre en ventana nueva., la masa de todo lo fabricado por el ser humano en el planeta en 2020 (masa antropogénica) superó por primera vez en la historia a la masa conjunta de los seres vivos (biomasa). Su peso seco fue de alrededor de 1,1 teratones y eso que el estudio no contabiliza la masa de la basura. Para ponerlo en perspectiva, el peso de todo lo que existe hoy en Nueva York creado por el hombre es igual al peso de todos los peces del mundo, mientras que solo la masa de plásticos existente en el planeta ya duplica la masa de todos los animales terrestres y acuáticos.
Otro aspecto a destacar es que la masa antropogénica (edificios, coches, ropa, botellas, etc.) en 1900 era tan solo de 35 gigatones, es decir, el 3 % de su peso actual. Desde entonces, este tipo de masa se ha ido duplicando cada 20 años hasta alcanzar en la actualidad —de acuerdo a los datos del último lustro— un incremento anual de 30 gigatones, lo que equivale a que cada persona del planeta produzca su peso en masa antropogénica cada semana.
Qué es el antropoceno
Debido a las alteraciones que los humanos estamos generando en el clima y la biodiversidad del planeta, algunos expertos consideran que hemos entrado en el antropoceno, una nueva época geológica que vendría a suceder al holoceno —el periodo cálido tras la última glaciación—. El concepto "antropoceno" —del griego anthropos, que significa humano, y kainos, que significa nuevo— fue popularizado en el año 2000 por el químico neerlandés Paul Crutzen, ganador del Premio Nobel de química en 1995, para designar una nueva época geológica caracterizada por el impacto del hombre sobre la Tierra.
Paul Crutzen, Premio Nobel de química en 1995
Estaba en una conferencia y alguien dijo algo sobre el holoceno. De repente, pensé que ese término era incorrecto. El mundo había cambiado demasiado. No, dije, estamos en el antropoceno
El uso de la palabra antropoceno para definir una nueva época geológica genera aún un apasionado debate entre los científicos. Entre los que la han aceptado, la discrepancia surge a la hora de concretar el inicio del antropoceno, que muchos asocian a la Revolución Industrial. En cualquier caso, los datos publicados por Nature no dejan ninguna duda de que la masa antropogénica ha ido creciendo de manera acelerada durante el siglo XX, en especial tras la Segunda Guerra Mundial.
Características y causas del antropoceno
El antropoceno se caracteriza, principalmente, por tres factores: el progreso tecnológico que se fue desarrollando de manera acelerada tras la Primera Revolución Industrial, el crecimiento explosivo de la población gracias a las mejoras en alimentación, sanidad e higiene, y la multiplicación de la producción y el consumo.
La interacción de estas tres circunstancias en la evolución humana ha provocado un creciente aumento del consumo de recursos naturales, minerales y fósiles, así como la expansión de los terrenos de cultivo, las ciudades y sus infraestructuras y las rutas de transporte, siendo estas las principales actividades humanas que han alterado el rostro del planeta en los dos últimos siglos.
Consecuencias medioambientales del antropoceno
El aumento de la masa antropogénica en detrimento de la biomasa tiene efectos perniciosos sobre el planeta. A continuación, repasamos los más relevantes:
Cambio climático
Durante el holoceno, la estabilidad de la temperatura permitió a los seres humanos asentarse en ciudades, desarrollar la agricultura, el comercio y las redes de comunicación. Sin embargo, la creciente acumulación de gases de efecto de invernadero (GEI) en la atmósfera, propia de la frenética actividad del antropoceno y provocada principalmente por la quema de combustibles fósiles, está incrementando el efecto invernadero y contribuyendo así al cambio climático, cuyas principales consecuencias amenazan seriamente la estabilidad mundial.
Deforestación
Se calcula que, en la actualidad, el mundo pierde al año 13 millones de hectáreas de bosque y que la tasa de deforestación en la Amazonia es del 17 %, un porcentaje que se aproxima a ese 20 % considerado como el punto de no retorno. Además del cambio climático, la conversión del suelo para uso agrícola y ganadero es la principal causa de deforestación en el mundo.
Pérdida de biodiversidad
Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), más de 35.500 especies están en peligro de extinción, es decir, un 28 % de las especies conocidas. Una pérdida de biodiversidad de cariz dramático. Debido a esto, los científicos ya están hablando de una sexta extinción, ocasionada esta vez por la actividad humana en contraste con las cinco anteriores —provocadas por meteoritos y erupciones volcánicas—.
VER INFOGRAFÍA: La masa antropogénica generada por el ser humano [PDF]
Cómo minimizar el impacto del antropoceno. Soluciones
Entre las principales tendencias para minimizar el impacto de la actividad humana en el medio ambiente, cabe destacar:
- Descarbonización de la economía. El impulso a las energías renovables y las redes inteligentes, así como la electrificación del transporte, son claves para reducir la huella de carbono y realizar una transición justa hacia la economía descarbonizada que necesita el planeta.
- Economía circular. Reutilizar, reparar o reciclar, aumentando la fabricación y consumo responsables, permite disminuir los residuos, ahorrar energía y reducir los daños medioambientales.
- Protección de la biodiversidad. Los planes de acción destinados a proteger la biodiversidad son cruciales para salvaguardar el funcionamiento de los ecosistemas y garantizar la seguridad alimentaria.
- Protección de los recursos hídricos. Reducir la huella hídrica de particulares y empresas, así como evitar la contaminación de las aguas, son las únicas vías para seguir disfrutando de este recurso natural del que dependen todas las formas de vida y que cada año es más escaso.