Scale-up
De 'start-up' a 'scale-up', el salto clave para los emprendedores
Seguro que te suena el concepto de start-up, pero ¿has oído hablar de las scale-ups? Son compañías que han crecido durante los tres últimos ejercicios a un ritmo anual superior al 20 % en número de empleados o en facturación, y alcanzar ese escalón es el sueño de cualquier emprendedor que eche a andar. A continuación, intentamos desentrañar los pasos a seguir para dar el gran salto.
Muchas de las start-ups más codiciadas del mundo no existían hace apenas una década. En esta lista figuran compañías como Uber, WeWork, Epic Games, Wallapop y otras tantas que empezaron de cero, crecieron mucho en poco tiempo y dinamizaron la economía global con ideas innovadoras, la apertura de nuevos mercados y la creación de miles de puestos de trabajo. Este crecimiento vertiginoso responde a una estrategia emprendedora conocida en el argot empresarial como scale-up.
Qué es una empresa scale-up: un nuevo modelo de negocio
La Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE) considera scale-ups a las compañías que llevan tres años seguidos creciendo por encima del 20 % anual en facturación o en número de empleados. Esta escalada meteórica, que según la OCDE debe arrancar con un mínimo de 10 trabajadores, sitúa a estas empresas un paso por delante de las start-ups, multiplica sus opciones de afianzarse en el mercado y las hace más resistentes frente a las crisis.
El secreto del crecimiento exponencial de una scale-up está en su modelo de negocio escalable, su mentalidad inconformista y su sostenibilidad a largo plazo. Estas tres características son fundamentales para atraer el interés de los inversores y conseguir financiación, algo imprescindible para cualquiera de estas empresas en sus inicios. El formato scale-up es cada vez más popular en el mundo y prolifera, sobre todo, en Estados Unidos, Israel, China y Reino Unido.
Scale-up vs start-up: diferencias
Las scale-ups y las start-ups tienen comienzos muy similares. Sin embargo, con el tiempo afloran las diferencias entre unas y otras al tener necesidades, preocupaciones y objetivos distintos. A continuación, repasamos las principales disimilitudes:
- Las scale-ups tienen siempre modelos de negocio escalables e intención de expandirse a otros mercados.
- Las scale-ups son empresas más organizadas y estructuradas, con más protocolos internos y procesos más maduros.
- Las scale-ups contratan a perfiles más especializados que las start-ups y los roles de sus empleados están más definidos.
- Las scale-ups tienen más experiencia y conocen mejor sus fortalezas y debilidades para seguir creciendo.
- Las scale-ups suelen ofrecer servicios y productos más desarrollados que los de las start-ups.
Claves para pasar de start-up a scale-up: de emprendedor a empresario
No es sencillo que una start-up llegue a convertirse en una scale-up. De hecho, se estima que la gran mayoría de las empresas emergentes no alcanza su tercer año de vida. ¿Cuáles son, entonces, las claves para dar el salto de emprendedor a empresario?:
Profesiones del futuro
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Empresas unicornio
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Competencias digitales
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Marca empleadora
Una técnica clave para la captación y la retención de talento.
Errores a evitar al convertirse en una scale-up
Las prisas y la inexperiencia llevan a muchas compañías emergentes a cometer errores considerables en su camino a la cima. Además, resulta fácil equivocarse en un contexto donde hay que tomar decisiones continuamente, faltan recursos y los problemas surgen a diario. En este apartado analizamos los fallos más comunes que impiden crecer a las start-ups:
- Carecer de una buena planificación. Es muy difícil acertar si no se tienen las cosas claras y bien pensadas de antemano, de ahí que la estrategia sea clave para no errar.
- Falta de capital y liderazgo. Sin inversión suficiente y sin un líder que sepa gestionar el cambio, es poco probable que una start-up supere los desafíos que se le presenten.
- No acertar con las nuevas incorporaciones. No contratar a tiempo o contar con las personas equivocadas es un error que puede arruinar el paso de start-up a scale-up.
- No buscar ayuda externa. La falta de experiencia es un lastre para el crecimiento que se puede solventar pidiendo consejo a otros líderes o asesorías especializadas.
- No conectar marketing y ventas. En una scale-up estas dos áreas deben mantener una relación estrecha para que sus objetivos estén bien alineados.