eSalud
eSalud, cuando la tecnología se convierte en el mejor aliado para el bienestar social
Durante la crisis del coronavirus, algunos países se aliaron con el poder predictivo del big data para controlar la expansión global de la pandemia. Este es solo un ejemplo de cómo los avances tecnológicos, agrupados bajo la denominación de eSalud —eHealth en inglés— cuando se aplican en el sector sanitario, pueden ayudarnos a cuidar y salvar millones de vidas en todo el mundo.
Hoy vivimos más que ayer pero menos que mañana. Desde 1960 nuestra esperanza de vida ha aumentado 20 años, según datos del Banco Mundial, y quién sabe si pronto llegaremos a los 150, tal y como vaticina Gregory Stock, biofísico y ex director del Programa de Medicina, Tecnología y Sociedad de la Universidad de California (UCLA). Lo que nadie duda es que para vivir más y mejor tendremos que valernos de la investigación y la tecnología, un binomio que ha logrado contener el avance de la pandemia de COVID-19.
Qué es la eSalud
El sector de la sanidad está viviendo una auténtica revolución digital con la inclusión de la tecnología en sus procesos. La salud digital o eSalud —traducción del inglés eHealth— se refiere al uso de las TIC en el sector sanitario para dotarlo de recursos innovadores que permitan una gestión más eficiente y un diagnóstico más óptimo, en definitiva, una mejor atención a los pacientes. Esto incluye innovaciones tanto en la comunicación médico-paciente como en la investigación o la gestión hospitalaria, entre otros.
La eSalud es una industria en expansión que en 2018 invirtió, a nivel global, 14.600 millones de dólares, según el portal de datos Statista, lo que supuso un 1.200 % más que en 2010. El interés por la salud digital alcanza al 58 % de los países miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dado que cuentan con estrategias específicas para la digitalización de la salud.
Servicios de la salud digital
La versatilidad que ofrecen las nuevas tecnologías es también una de las mejores cualidades en su aplicación para el ámbito sanitario. Detallamos los servicios más conocidos:
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Telemedicina. Este sistema facilita las consultas a distancia, es decir, permite la atención sanitaria a personas situadas en lugares remotos o con un limitado acceso a la sanidad. Además, supone un ahorro de tiempo, costes y desplazamientos tanto para médicos como para pacientes.
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Apps. Gracias a las aplicaciones móviles dedicadas a la salud podemos convertir nuestro smartphone en un entrenador personal, en un monitor de sueño, en un diagnosticador, etc. Las hay tanto para profesionales sanitarios como para pacientes.
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Serious Games. Este tipo de videojuegos se utilizan como recursos educativos para sanitarios y estudiantes con el objetivo de facilitar su formación. También los hay para aquellas personas que deseen ampliar conocimientos sobre determinadas patologías.
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Tecnología vestible. Más conocidos como wearables, incluyen ropa y complementos inteligentes, como pulseras, gafas y relojes, que monitorizan y recaban datos sobre nuestra salud y condición física.
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Realidad aumentada. Sirve al personal sanitario para, por ejemplo, visualizar órganos en 3D o consultar el historial del paciente en tiempo real. Incluso durante una intervención quirúrgica a través de unas gafas especialmente ideadas para la realidad aumentada.
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Historia clínica electrónica. La digitalización de nuestro historial médico permite centralizar la información, de forma que el paciente pueda compartirlo de forma segura y el médico acceder a él en cualquier momento.
Ventajas y beneficios de la eSalud
La salud digital, gracias a servicios como los mencionados anteriormente, permite aplicar nuevos métodos, medios, herramientas y canales que repercuten en una serie de beneficios:
Mejora la monitorización de los pacientes
El contacto es más directo al abrirse una vía de comunicación digital que reduce la distancia médico-paciente. La tecnología también permite monitorizar el estado de salud de los pacientes para registrar su evolución en tiempo real.
Los pacientes cuentan con más información
Al tener un mayor conocimiento y gestión sobre su propia salud, los pacientes pueden tomar mejores decisiones al respecto. También permite el acceso a manuales y buenas prácticas a través de las TIC, algo muy útil, por ejemplo, durante una pandemia si las fuentes son de confianza.
Ayuda a adquirir hábitos más saludables
Las nuevas tecnologías están modificando la manera en que nos cuidamos, ya sea registrando lo que comemos, el ejercicio físico que hacemos o monitorizando el sueño o la frecuencia cardíaca a través de aplicaciones y otros dispositivos tecnológicos.
Facilita la toma de decisiones del personal sanitario
El uso de la salud digital también está transformando el manejo de las enfermedades por parte de los profesionales. La tecnología permite, por ejemplo, identificar más fácilmente las intervenciones óptimas o la detección precoz de enfermedades.
Fomento de una sanidad más accesible y equitativa
El acceso a los servicios sanitarios se vuelve independiente del tiempo y el espacio, y evita desplazamientos innecesarios. Además, acerca la salud a más gente, sobre todo a enfermos en riesgo de exclusión, generando mayor igualdad de oportunidades.
Mejora la eficiencia de los hospitales y los centros de salud
La conectividad de estas instalaciones agiliza el funcionamiento del sistema sanitario, minimiza el margen de error humano y disminuye los costes. Además, técnicas como el big data permiten automatizar procesos.
Nuevas tecnologías en la salud
La digitalización de la salud contempla el uso de innovadoras tecnologías. Repasamos algunas de ellas y sus aplicaciones concretas:
- Internet of Things (IoT)
El Internet de las Cosas permite personalizar la atención sanitaria, ahorrar costes y reducir los errores de diagnóstico y los tiempos de espera. La conexión entre el mundo físico y el digital en instrumentos como inhaladores o audímetros, entre otros, será fundamental.
- Big data
El análisis de macrodatos a través del big data permite personalizar tratamientos y detectar factores de riesgo y posibles efectos secundarios de los fármacos. Esta tecnología fue decisiva para conocer y controlar mejor la expansión de la COVID-19.
- Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial facilita la toma de decisiones exhaustivas a los sanitarios para así ofrecer los mejores tratamientos. Durante la crisis del coronavirus sirvió para identificar la secuencia de anticuerpos compatibles con futuras terapias.
- Blockchain
El blockchain permite un acceso seguro a los historiales de los pacientes, lo que repercute en una mayor eficiencia administrativa. En ese sentido, los laboratorios farmacéuticos también pueden llevar un registro más preciso en la fabricación de medicamentos.
- Impresión 3D y 4D
El uso de la impresión 4D en las ecografías permite, por ejemplo, conocer con mayor precisión el desarrollo estructural y funcional del sistema nervioso del feto. Por otro lado, la escasez de material sanitario durante la crisis del coronavirus inspiró la fabricación de piezas sanitarias con impresoras 3D.
- Chatbots
Los chatbots son una herramienta que facilita la comunicación médico-paciente al hacerla más rápida y directa. La OMS habilitó uno de estos canales durante la pandemia de COVID-19.
- Realidad virtual
Los principales usos que permite una tecnología como la realidad virtual incluyen la formación práctica de profesionales sanitarios, la rehabilitación de pacientes y el tratamiento de trastornos psicológicos.