Qué es un 'wearable'
La tecnología 'wearable', mucho más que un complemento
Los wearables son el penúltimo hito de la revolución tecnológica y abren la puerta a un nuevo universo personal. Registran lo que comemos, monitorizan nuestro ritmo cardíaco, nos avisan si estamos estresados y facilitan la comunicación con nuestro entorno. Forman parte de nuestra imagen —los llevamos puestos en forma de relojes, camisetas, pendientes o brazaletes— y saben cosas de nosotros que ignoramos.
Jueves, 9:00h: un grupo de estudiantes norteamericanos visita el Super-Kamiokande, un observatorio de neutrinos localizado en Japón, sin salir de Estados Unidos. Jueves, 12:30h: esos mismos estudiantes repiten excursión, esta vez al acelerador de partículas del CERN (Suiza). No hablamos de escenas de la aclamada serie futurista Black Mirror, sino de situaciones reales que son posibles gracias al uso de wearables como el casco de realidad virtual Oculus Rift.
LOS USOS DE LOS 'WEARABLES'
Los wearables registran lo que vemos, nuestras pulsaciones, nuestro ritmo respiratorio, las horas que dormimos e, incluso, nuestra sensación de bienestar o de estrés. También refuerzan buenos hábitos de alimentación y salud. La industria, además, ofrece diferentes tipos de wearables: desde muñequeras, collares, anillos y pendientes hasta prendas de vestir. Y por supuesto, relojes. Estos dispositivos son los más exitosos —el modelo líder del mercado alcanzó en el último cuatrimestre de 2018 unas ventas de 10,4 millones de unidades, según un informe de IDC (International Data Corporation)—.
VER INFOGRAFÍA: Tipos de 'wearables' [PDF]Enlace externo, se abre en ventana nueva.Enlace externo, se abre en ventana nueva.
Estos productos son el resultado de la evolución tecnológica alcanzada con la miniaturización de los componentes electrónicos, el desarrollo de los protocolos de comunicación, la geolocalización y el software de gestión de datos. En definitiva, la tecnología wearable representa una nueva etapa en la evolución de la industria de los dispositivos móviles. Si la primera fase se caracterizó por la comunicación social, es decir, la posibilidad de comunicarnos de forma instantánea, ahora se mueve hacia un entorno más personal.
La gran diferencia respecto a los smartphones es que los wearables se integran en nuestros cuerpos, liberando así nuestras manos. Tanto que pueden estar a flor de piel. VivaLnk's, una empresa del sector de la salud que crea soluciones wearable para monitorizar las constantes vitales y biométricas de las personas, utiliza la tecnología eSkin para insertar un chip electrónico en un parche adhesivo que se comunica con la tableta o el móvil de los pacientes.
EL FUTURO DE LOS 'WEARABLES'
Aproximar tanto la tecnología al ser humano tiene sus riesgos. En este nuevo escenario, el éxito o el fracaso de estos productos está muy ligado a la experiencia de cliente. Su triunfo, por tanto, descansa en la habilidad de los desarrolladores de aplicaciones para conquistar a los usuarios. Por el momento, y a tenor de las ventas de wearables a nivel mundial, se puede afirmar que están haciendo un buen trabajo.
El último informe de IDC apunta que el mercado global de wearables crecerá un 15,3% en 2019, alcanzando unas ventas 198,5 millones de unidades. Y así seguirá durante los años siguientes hasta alcanzar, en 2023, los 279 millones de unidades vendidas. El boom comercial de estos dispositivos impulsará a las empresas del sector a continuar investigando para lanzar al mercado propuestas cada vez más innovadoras. A continuación, repasamos algunas de ellas:
Conexión entre la mente y el coche
El cerebro sigue siendo el órgano más desconocido del cuerpo humano. Gracias a un casco con sensores que detecta cambios en las ondas cerebrales esto podría cambiar. Con la información obtenida, se crearán algoritmos de decodificación que permitirán conectar la mente de un conductor a su coche.
Control cardíaco para prevenir arritmias
Los efectos de una arritmia pueden ser graves, pero son evitables en la mayoría de los casos. Para adelantarse a estos problemas se ha desarrollado una prenda textil con electrodos incorporados. Es una fórmula menos invasiva para el paciente, ya que no requiere ni de cables ni de adhesivos.
Localizar a la tercera edad
Las personas mayores, así como los pacientes en las primeras fases de Alzheimer, tienen propensión a desorientarse. Para evitar situaciones de este tipo se ha desarrollado un dispositivo localizador que, además, incluye un botón de socorro que permite alertar en caso de accidente.
Los grandes números de ventas proceden de los productos dirigidos al consumidor final, pero las aplicaciones de los wearables no se limitan a este mercado. De hecho, los expertos señalan que las principales oportunidades se encuentran en el ámbito de la producción industrial. Cada vez más compañías tienen plantas digitalizadas y se apoyan en los wearables para integrar las últimas novedades del Internet de las Cosas (IoT). Además de artículos como las pulseras, los relojes o las gafas, comienzan a incorporarse otros como cascos y botas con sensores o chalecos y guantes inteligentes. El paradigma de uso es el del empleado conectado. Estos wearables dan instrucciones personalizadas a cada profesional y, como consecuencia, se produce un incremento de la productividad y la eficiencia.