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La irrupción de Internet trajo una mayor libertad a nuestras vidas al favorecer la conexión en tiempo real y el intercambio de productos, servicios y contenidos entre dos puntos cualquiera del planeta. Y en estos momentos estamos a las puertas de una nueva revolución gracias al blockchain, una tecnología que permitirá realizar transacciones de valor más inteligentes y seguras.
En la actualidad, los intercambios económicos se realizan a través de entidades como bancos, tarjetas de crédito o PayPal. Sin embargo, el blockchain permitirá eliminar estos intermediarios gracias a contratos inteligentes que se autoejecutan cuando las dos partes cumplen lo firmado, simplificando así el proceso, eliminando comisiones y favoreciendo la privacidad.
Esto es posible gracias a que el blockchain no guarda la información sobre las transacciones en una sola base de datos, sino que la reparte de manera encriptada en múltiples ordenadores desde los que se puede consultar el libro contable. Cada bloque añadido a este libro contable múltiple queda grabado en todos los ordenadores, sin posibilidad de ser modificado, y debe ser verificado previamente por toda la red... Esto crea un juego de espejos contable más resistente a ciberataques que cualquier base de datos única. Todo queda registrado de manera transparente y puede ser auditado por todos.
Sin embargo, lo importante del blockchain no es su estructura, sino sus posibilidades:
- Además de eliminar intermediarios, el blockchain facilitará el reembolso de nuestras compras cuando el vendedor incumpla lo pactado. Por ejemplo, si compras un vuelo y añades un seguro que garantiza la devolución del importe si el avión se retrasa una hora, en cuanto transcurra esa hora recibirás un reembolso automático.
- Unido al Internet de las Cosas, el blockchain permitirá a nuestros electrodomésticos realizar compras por sí solos. Por ejemplo, tu lavadora comprará detergente cuando detecte que esté a punto de terminarse.
- A la hora de buscar contenidos digitales es frecuente toparse con molestos titulares engañosos. Sin embargo, el blockchain permitirá acabar con este engaño al cobrar a los anunciantes no por clics, sino por tiempo de visita.
- Hasta ahora los sistemas de voto electrónico se han mostrado vulnerables a ciberataques y fallos en el recuento. Estos problemas también desaparecerían con el blockchain al permitirnos comprobar la correcta adjudicación de nuestro voto mediante clave privada.
En resumen, estamos ante una revolución en las transacciones de valor que continuará el proceso de ampliación de libertades y garantía de los derechos comenzado por Internet. Nuevos tiempos. Nuevas formas de vida. Nuevas soluciones sin intermediarios basadas en la confianza colectiva que proporciona el blockchain. Más transparentes, rápidas y económicas.