Neutralidad de carbono
Neutralidad de carbono, qué es y por qué es fundamental para el futuro del planeta
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 se alcanzó un compromiso (Acuerdo de París): avanzar hacia la neutralidad de carbono en la segunda mitad del siglo XXI para mitigar los efectos del cambio climático. A continuación, repasaremos qué medidas se están implementando para alcanzar un equilibrio clave para las próximas generaciones.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) son una de las principales causas del cambio climático. Desde el comienzo de la Revolución Industrial la humanidad ha usado de forma acelerada el carbono atrapado en los llamados combustibles fósiles, es decir, carbón, petróleo y gas natural, el cuál al quemarse se libera en forma de CO2. En mayo de 2019 su concentración en la atmósfera alcanzó una cifra récord: 415 ppm (partes por millón).
El CO2, junto a otros gases de efecto invernadero (GEI), atrapan la radiación solar y recalientan la superficie terrestre. Los efectos del calentamiento global en las próximas décadas pueden ser catastróficos: sequías más frecuentes e intensas, tormentas y olas de calor extremas, subida del nivel del mar, deshielo de glaciares, pérdida de biodiversidad y múltiples estragos en la vida de las personas, llegando a ocasionar incluso migraciones climáticas.
Qué es la neutralidad de carbono
La neutralidad de carbono, según el Parlamento Europeo, se alcanza cuando se emite la misma cantidad de CO2 a la atmósfera de la que se retira por distintas vías, lo que deja un balance cero también denominado huella de carbono cero. Pero ¿a qué nos referimos exactamente con huella de carbono? Se define como el total de emisiones de GEI causadas por un individuo, organización, servicio o producto.
Hay distintas formas de alcanzar el equilibrio mencionado. La más saludable consiste en no emitir más CO2 del que pueden absorber de forma natural los bosques y plantas del planeta, que funcionan como sumideros de carbono a través del proceso de fotosíntesis —asimilan CO2 atmosférico y lo transforman en oxígeno—, ayudando a reducir las emisiones.
En un mensaje lanzado a finales de 2020, el Secretario General de la ONU, António Guterres, fijaba las claves para alcanzar la neutralidad climática:
- Construir una verdadera coalición mundial en pro de la neutralidad de carbono para 2050.
- Ajustar las finanzas mundiales con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Lograr un avance decisivo en materia de adaptación y resiliencia al cambio climático.
António Guterres, Secretario General de Naciones Unidas (ONU)
Cada país, ciudad, institución financiera y empresa debe adoptar ahora mismo planes para efectuar una transición a las emisiones netas cero
Diferencias entre carbono positivo, carbono neutral y carbono negativo
Una vez abordada la neutralidad de carbono, o carbono neutral, analicemos dos conceptos relacionados y que suelen generar confusión al utilizarse inversamente:
- Carbono negativo: significa que una actividad va más allá de la neutralidad de carbono al eliminar más CO2 del que emite. Microsoft anunció recientemente que será negativa en carbono en 2030.
- Carbono positivo: significa que una actividad libera más carbono a la atmósfera del que elimina o compensa, produciendo un efecto perjudicial al planeta.
Cómo alcanzar la neutralidad de carbono
El grupo de expertos reunidos en el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) afirma que es posible alcanzar la neutralidad de carbono en el año 2050 y limitar el calentamiento global a 1,5 °C, pero advierte de que su consecución requiere de cambios sociales y políticos sin precedentes. En un comunicado reciente, la ONU apunta hacia dónde deben de ir dirigidos a corto plazo:
- Fijar un precio para las emisiones de carbono que permita invertir en su eliminación y en el desarrollo de alternativas de bajas emisiones, como las energías renovables.
- Acabar con la construcción de nuevas centrales eléctricas de carbón, responsables de una gran parte de las emisiones.
- Transferir la carga fiscal de los ingresos al carbono de los contribuyentes a los contaminadores.
- Divulgar de forma obligatoria los riesgos financieros relacionados con el clima.
- Integrar el objetivo de la neutralidad de carbono en las decisiones económicas y fiscales de los países.
A nivel personal, cada ciudadano tiene en su mano reducir su huella de carbono, algo fundamental para alcanzar la neutralidad climática. A continuación, enumeramos algunos consejos:
Ventajas de alcanzar la neutralidad de carbono
Alcanzar la neutralidad de carbono no solo es fundamental para evitar las peores consecuencias del cambio climático, sino que tiene ventajas para las comunidades y la sociedad en su conjunto. Entre ellas:
Reducción de la contaminación ambiental y mejoras en la salud.
Impulso a un crecimiento económico sostenible y generación de empleos verdes.
Aumento de la seguridad alimentaria al minimizarse los impactos del cambio climático.
Freno a la pérdida de biodiversidad y mejora de la situación de los océanos.
Las empresas, según la organización no-gubernamental Carbon Trust, también pueden obtener beneficios directos derivados de la neutralidad de carbono:
Demuestra el compromiso de la compañía con la descarbonización y su voluntad de compensar los impactos restantes.
Mejora las credenciales verdes de la compañía, lo que les permite diferenciarse de las demás como marca responsable con el medio ambiente.
Se alinean con los ODS marcados por la ONU, reduciéndose así los riesgos asociados al cambio climático tanto a nivel general como particular.
Qué es la certificación PAS 2050 y PAS 2060
La especificación PAS 2050 es una recomendación del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Medio Rural (Defra) del Reino Unido y de Carbon Trust, desarrollada junto a la British Standards Institution (BSI), que ofrece a las empresas una forma unificada de medir las emisiones de GEI durante la cadena de fabricación y la vida útil de un producto o servicio.
PAS 2060, que se basa en la norma PAS 2050, es la única especificación reconocida a nivel internacional sobre la neutralidad de carbono y ahonda en los requisitos para la cuantificación, reducción y compensación de las emisiones de GEI de organizaciones, productos y eventos, proporcionando así un sistema para que las empresas demuestren que sus medidas son ciertas.