La importancia de los bosques
El presente (y el futuro) de los bosques en el mundo ante la deforestación
Sin los bosques no tendríamos ni aire puro, ni agua potable ni muchos de los alimentos que necesitamos para vivir. Estamos, por tanto, en deuda con ellos. Sin embargo, la deforestación avanza poniendo en peligro unos ecosistemas de los que depende la riqueza natural del planeta y su capacidad para enfrentarse al cambio climático.
Los bosques son los pulmones del planeta: son lugares mágicos y llenos de vida que acogen a más del 75% de la biodiversidad terrestre mundial, según revela el último informe SOFO (2018) sobre el estado de los bosques de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esto hace que millones de personas, animales y vegetales dependan del porvenir de las zonas boscosas, cada vez más castigadas por la deforestación y el calentamiento global.
El estado de los bosques y su importancia para la existencia humana
El informe SOFO 2018 identifica siete áreas de oportunidad en su análisis de la importancia de los bosques como motor de desarrollo sostenible dentro de la Agenda 2030:
Supermercado
La demanda global de alimentos crecerá un 50% de aquí a 2050 y se necesitarán más cultivos para incrementar la seguridad y la sostenibilidad alimentaria. Esto requerirá de políticas agrarias respetuosas con los bosques para evitar la deforestación.
Seguro de vida
Los bosques generan un 20% de la renta familiar en las áreas rurales de los países en desarrollo. Además, algunos productos forestales proporcionan sustento a una de cada cinco personas en el mundo, sobre todo a los colectivos más vulnerables.
Fuente de agua
Los bosques suministran agua potable a más del 33% de las mayores ciudades del mundo. La calidad de este recurso, esencial para la salud y el desarrollo rural y urbano, está vinculada con la gestión forestal.
Energía
Los bosques proveen un 40% de toda la energía renovable del mundo. Por tanto, se necesitará obtener combustible vegetal de forma más sostenible para disminuir el deterioro de la superficie forestal.
Superhéroe
Una buena gestión forestal fortalece la resiliencia y la adaptación a las catástrofes naturales relacionadas con el cambio climático, además de favorecer la adopción de medidas globales que combatan el calentamiento del planeta.
Sumidero de carbono
En este sentido la importancia de los bosques pasa por la absorción del equivalente a unos 2.000 millones de toneladas anuales de CO2. Conoce más sobre los sumideros de carbono aquí.
Recreo
El turismo de naturaleza constituye un 20% de la industria turística mundial y, por otro lado, la tasa de obesidad infantil es hasta un 19% más baja en lugares donde los niños tienen fácil acceso a zonas verdes.
La conservación de los bosques ante el avance de la deforestación
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que el mundo pierde al año 13 millones de hectáreas de bosque. El problema de la deforestación provoca, según el informe SOFO 2018, casi el 20% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) —más que todo el transporte junto— y ya es la causa principal del cambio climático tras la quema de combustibles fósiles.
La pérdida de zonas boscosas, originada por el cambio climático y sobre todo por la conversión de suelo para uso agrícola y ganadero, amenaza la biodiversidad terrestre y la supervivencia de las comunidades indígenas, silvicultoras y forestales. También pone en peligro a más de mil millones de personas en el mundo que obtienen comida, medicamentos y energía de los ecosistemas terrestres, según estima la FAO.
La conservación de los bosques es vital por sus efectos positivos contra el calentamiento global y la protección de la diversidad biológica y los pueblos indígenas. Al salvaguardar las zonas boscosas se refuerza la gestión de recursos naturales como el agua dulce del planeta —el 75% proviene de estos ecosistemas— y se incrementa el rendimiento de la tierra. Estos ecosistemas también son fuente de aire puro y el hogar de más del 75% de los animales y plantas terrestres, así como de los polinizadores naturales que generan más de 200.000 millones de dólares anuales a la industria alimentaria mundial, según la ONU.
Los bosques más bellos del mundo
Los bosques no solo nos ayudan a respirar, a hidratarnos y a alimentarnos, también nos inspiran gracias a su inconmensurable belleza. Existen distintos tipos de bosque según la vegetación —frondosos, mixtos y coníferos—, el clima —tropical, subtropical, templado y boreal— o el grado de intervención humana —primarios y antropogénicos—, entre otros factores. De entre todos ellos, la sociedad internacional National Geographic eligió los más bellos del mundo:
- Parque de Erawan (Tailandia): llama la atención por el color dorado de sus árboles en otoño y por su fauna —lo habitan multitud de aves, ardillas voladoras y monos—.
- Bosque de Broceliande (Francia): abarca 7.000 hectáreas y lleva habitado más de 5.000 años, como prueban los muchos menhires diseminados por la zona.
- Bosque de Sagano (Japón): bosque de bambú con 50 especies distintas y ejemplares de hasta 20 metros de altura.
- Parque Nacional de los Glaciares (Argentina): Patrimonio Mundial desde 1987, estos bosques de lengas y ñires flanquean maravillas naturales como el Perito Moreno.
- Parque Nacional Kahurangi (Nueva Zelanda): bosque tropical y frondoso donde residen el kiwi y el weka entre helechos arborescentes, hayas rojas y palmeras nikau, entre otras especies vegetales.
- Selva Negra (Alemania): comprende un área de 6.000 km2 de abetales, prados, lagos y pequeñas localidades entre las poblaciones de Friburgo y Basilea.
- Bosques de Ontario (Canadá): extensiones donde predominan los colores rojos, naranjas y amarillos sobre una base verde que se refleja en un millar de lagos y ríos.