Descarbonización eficiente de la economía
La descarbonización de la economía requiere una electrificación masiva a corto plazo
Alcanzar la neutralidad en carbono en 2050 supone actuar sobre todos y cada uno de los sectores. Una descarbonización eficiente de la economía supone lograrlo al menor coste posible, utilizando las alternativas más competitivas en cada uso final.
El sistema energético actual está basado en los combustibles fósiles, los cuales están presentes en todos los usos finales y representan más del 60 % de la demanda energética en Europa. Este modelo es muy ineficiente y contaminante. Con un 8 % de las emisiones mundiales, Europa es el tercer mayor contaminante del planeta tras China y EE.UU. Por ello, desde hace tiempo, la UE está liderando la lucha contra el cambio climático, con objetivos y políticas específicas para reducir el contenido de CO2 en la atmósfera. Con respecto a 1990 las emisiones de la UE han decrecido un -28 %, gracias principalmente a la evolución en el sector eléctrico (-30 %).
Alternativas para la descarbonización de la economía
La transición energética hacia una economía neutra en carbono a 2050 requerirá esfuerzos importantes en todos los sectores, así como el uso de todas las tecnologías disponibles que sean libres de emisiones o neutras en carbono. Estas son:
Electrificación directa con electricidad 100 % renovable: la generación de electricidad a partir del viento o el sol permite descarbonizar el sector eléctrico y, a través del vehículo y la bomba de calor eléctricos, eliminar las emisiones de otros usos finales como el transporte, la calefacción y la refrigeración.
Electrificación indirecta o hidrógeno verde de origen 100 % renovable (H2 verde): se puede producir hidrógeno limpio (hidrógeno verde o H2 verde) a partir de electricidad renovable y, con ello, obtener combustibles neutros en carbono en forma de gas (metano sintético limpio) o líquido (queroseno, gasolina o diésel sintético).
Biocombustibles: se obtienen a partir de material orgánico en procesos libres de emisiones y pueden ser utilizados en usos finales muy diversos.
Mientras que el hidrógeno verde (H2 verde) todavía es demasiado caro y los biocombustibles están limitados por la escasez de recurso orgánico, las energías renovables eléctricas ya son competitivas, se espera que continúen reduciendo su coste, previsiblemente un 40 % adicional a 2030 y su uso masivo supone un incremento de eficiencia respecto a otras alternativas.
A corto y medio plazo, la electricidad basada en energías renovables va a continuar siendo la alternativa más realista para descarbonizar la economía de forma masiva. Podría permitir una descarbonización teórica del 92 % de la demanda final de energía en Europa: sustituyendo con renovables los combustibles fósiles en el sector eléctrico y electrificando el transporte rodado, el calor residencial y la industria de baja y media temperatura.
Sectores de la Unión Europea descarbonizables a través de la electrificación directa
El resto de sectores (nichos) que son difíciles de electrificar (transporte marítimo, aviación e industria de alta temperatura) representan menos del 15 % del consumo y de las emisiones de la Unión Europea.
Usos difíciles de electrificar en la Unión Europea
La descarbonización eficiente requiere descarbonizar el sector eléctrico mediante energías renovables y electrificar de forma masiva a corto plazo, dejando para más adelante los nichos de consumo puesto que requieren tecnologías más caras e inmaduras.
Iberdrola fue pionera en su decidida apuesta por las energías renovables, anticipándose en 20 años a la actual transición energética, y hoy más del 60 % de su capacidad de generación es renovable, siendo líder mundial en energía eólica. Con sus soluciones Smart, la compañía contribuye al despliegue del vehículo eléctrico, desarrollando y comercializando servicios de recarga privada y pública, así como al desarrollo de la bomba de calor eléctrica, ofreciendo alternativas de calor y frío a medida de las necesidades de nuestros clientes. Además, cabe destacar el gran proyecto de I+D que Iberdrola está desarrollando en Puertollano para producir H2 a partir de fuentes 100 % renovables (H2 verde) y, de esta forma, descarbonizar y abaratar este producto industrial del que espera producir 85.000 toneladas en 2030.