Qué es la electrificación

La energía forma parte de nuestro día a día y es esencial para que llevemos a cabo tareas tan sencillas como calentar nuestro hogar, arrancar el coche o trabajar con el ordenador en la oficina. Sin embargo, nuestro modo de vida ha estado durante mucho tiempo basado en el consumo de energía que contribuye a la emisión de CO₂, uno de los gases de efecto invernadero (GEI) más perjudiciales en el medio ambiente. Generar un cambio hacia un modelo más sostenible, resiliente y seguro nos exige reimaginar la manera en la que generamos y consumimos esa electricidad.

En este contexto, cobra especial relevancia el concepto de electrificación, que hace referencia al proceso de utilizar la electricidad generada a partir de fuentes de energía renovables —como la eólica, la solar, la hidráulica o la geotérmica— en sustitución de los combustibles fósiles —como el petróleo o el gas natural— para realizar tareas o alimentar sistemas. 

¿Cuáles son las ventajas de la electrificación?

La electrificación genera una serie de beneficios clave para nuestro planeta y nuestra sociedad. Estas son algunas de sus principales ventajas:

Ventaja 1: reducción de emisiones de gases de efecto invernadero

La generación y uso de electricidad a partir de fuentes renovables produce menos emisiones de GEI en comparación con los combustibles fósiles. Esta alternativa, más limpia y sostenible, es especialmente importante en sectores como el transporte y la industria, que son la principal causa de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Ventaja 2: mejora de la calidad del aire

Los combustibles fósiles no solo son los principales responsables del cambio climático, sino que también generan unas nocivas partículas que afectan a la salud de los seres humanos y que cada año producen millones de muertes prematuras en el planeta. La Organización de las Naciones Unidas estima que casi toda la población mundial (el 99 %) respira un aire que supera los límites de calidad del aire establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Electrificar permite mejorar el estado de este bien esencial al reducir la dependencia de los combustibles fósiles en actividades como la climatización de los hogares o el transporte.

Ventaja 3: mayor eficiencia energética

La electrificación puede generar importantes ahorros de energía gracias a su mayor eficiencia en ámbitos como el hogar, el transporte, la construcción o la industria. Por ejemplo, los motores eléctricos suelen ser más eficientes que los de combustión interna, lo que significa que pueden obtener más energía útil de una cantidad determinada de energía de origen. Esto permite un uso más eficiente de los recursos energéticos y una reducción del consumo total.

Ventaja 4: diversificación en la matriz energética

Reducir la dependencia de los combustibles fósiles hace que la economía sea menos vulnerable a los cambios en los precios del petróleo y los riesgos asociados con la extracción y el transporte de este tipo de recursos. Esto se debe a la integración de otras fuentes de energía, las renovables, que generan una mayor flexibilidad en la generación de energía y un impulso al desarrollo de otras tecnologías emergentes.

Ventaja 5: oportunidades de inversión y creación de nuevos empleos

La electrificación no solo contribuye a la mitigación del cambio climático, sino que además impulsa el crecimiento económico y la creación de empleo. Este proceso puede fomentar la inversión y la oferta laboral en una gran variedad de sectores, como en la fabricación y la tecnología —con el despliegue de nuevos equipos y tecnologías, sistemas de energía renovable, baterías, etc.—, la instalación y el mantenimiento, el despliegue de redes eléctricas o en la educación y formación —debido a la necesaria capacitación profesional de los trabajadores implicados en habilidades relacionadas con la electrificación—.

Ventaja 6: promoción de la innovación y el desarrollo tecnológico

El impulso a la electrificación promueve la investigación y el desarrollo de tecnologías de energía limpia, como baterías de alto rendimiento, sistemas de almacenamiento de energía y redes inteligentes. También favorece la digitalización, que proporciona soluciones más eficientes en la distribución eléctrica y una mayor flexibilidad en el uso energético de los consumidores optimicen su uso energético (por ejemplo, gracias a termostatos inteligentes). A su vez, cualquier avance tecnológico impulsa exponencialmente a otros en la transición hacia un modelo más sostenible.

 VER INFOGRAFÍA: Progreso del sistema energético para alcanzar elescenario de 1,5º C [PDF]

La electrificación en diferentes sectores

La electricidad obtenida a partir de fuentes renovables está llamada a sustituir el uso directo de combustibles fósiles en aquellos sectores que son los principales desencadenantes de las emisiones de GEI: las ciudades y el transporte urbano, el transporte pesado y la industria.

Electrificación urbana y movilidad eléctrica

En el contexto urbano, la electrificación implica la transición hacia modelos de ciudad cada vez más inteligentes (también conocidas como smart cities). En el sector de la construcción, implica el uso de sistemas eléctricos eficientes en edificios para la iluminación, la climatización, los electrodomésticos y otros equipos y puede incluir el uso de tecnologías como sistemas de iluminación LED y electrodomésticos eficientes energéticamente. En lugar de depender de combustibles fósiles como el gas natural y el petróleo para la calefacción y la refrigeración de edificios, se puede impulsar la electrificación por sistemas eléctricos más eficientes.

En el contexto de la movilidad sostenible, la electrificación permite potenciar el uso de vehículos eléctricos en áreas urbanas en lugar de vehículos con motores de combustión interna. Esto implica el uso de coches, bicicletas, motos, autobuses y otros medios de transporte que se alimentan de electricidad, así como la implementación de sistemas de transporte público eléctrico y el desarrollo de infraestructura de carga pública.

Como parte de nuestro compromiso con la sostenibilidad, en Iberdrola trabajamos para impulsar la electrificación del transporte. En este sentido, Neoenergia, filial del Grupo Iberdrola en Brasil, ha sido la responsable de desarrollar la mayor electrovía del paísEnlace externo, se abre en ventana nueva. , que conecta seis capitales a lo largo de 1.200 km de longitud y que cuenta con 18 puntos de carga rápida.

Además, contamos con proyectos para impulsar la movilidad en las corporaciones. ScottishPower (nuestra filial británica) y Fleet Alliance (servicio de alquiler de automóviles en Glasgow, Escocia) proporcionan una solución integral para las empresas que busquen la transición de su flota a vehículos eléctricos: Fleet ZeroEnlace externo, se abre en ventana nueva. . Mientras que Fleet Alliance se encarga de facilitar los modelos adecuados según las necesidades de las compañías, ScottishPower se encarga del despliegue de las instalaciones de recarga.

Electrificación del transporte pesado

La logística mediante el transporte por carretera es esencial para la economía global al permitir el tránsito de mercancías y productos, pero se ha convertido en uno de los sectores más contaminantes en todo el mundo. Conseguir la autonomía energética mediante la electrificación y las energías de origen renovable es el gran reto. Esto puede incluir el uso de camiones eléctricos tanto para la distribución urbana como para el transporte de larga distancia, así como el desarrollo de infraestructura de carga adecuada para estos vehículos, como corredores de carga eléctrica y áreas de estacionamiento específicas.

En Iberdrola impulsamos diversas iniciativas en este sentido, como nuestra alianza con la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) para la electrificación del transporte pesado de mercancías.

Electrificación industrial

La electrificación en la industria implica el uso de electricidad en lugar de combustibles fósiles para alimentar cualquier tipo de proceso industrial, como la fabricación, el procesamiento de alimentos, la minería o la producción de productos químicos. Estos equipos y maquinaria eléctrica son más eficientes. Esta electrificación también puede implicar el desarrollo de tecnologías de calefacción y refrigeración eléctricas y la implementación de sistemas de gestión energética para optimizar el consumo eléctrico final.

Además de abordar los sectores urbano, industrial y del transporte, desde Iberdrola hemos llevado a cabo diversas iniciativas, especialmente a través de nuestro programa de start-ups PERSEO para buscar soluciones que faciliten la electrificación, por ejemplo, en el entorno agrícola y ganadero.

Electrificación a favor de la transición energética

La comunidad internacional se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 tras el Acuerdo de París, y para lograrlo necesitamos provocar un cambio trascendental en la manera en la que producimos, gestionamos y usamos la energía. Con nuestro ritmo de consumo actual, la electrificación supone la solución para alcanzar la transición energética y favorecer la descarbonización de nuestra sociedad.

De hecho, la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha publicado el informe "Electricity Grids and Secure Energy Transitions"Enlace externo, se abre en ventana nueva. , en el que defiende la gran relevancia de las redes eléctricas en esta transición. La organización concluye que es fundamental tomar medidas rápidas para mejorar y extender las infraestructuras eléctricas globales para abordar eficazmente el cambio climático y garantizar un suministro eléctrico. La evolución de estas infraestructuras apuntan a las conocidas como smart grids o redes inteligentes.

Electrificación de la economía

La idea de electrificar la economía hace referencia precisamente al proceso de utilizar la electricidad como fuente de energía principal en diversos sectores y actividades económicas en sustitución de los combustibles fósiles. Se trata de un paso fundamental para avanzar hacia una economía más sostenible y resiliente, ya que se pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, mejorar la eficiencia energética y promover la innovación tecnológica.

Sin embargo, esta transición hacia una economía electrificada requiere inversiones significativas en infraestructura eléctrica, impulso de tecnologías limpias y renovables, así como políticas y regulaciones que favorezcan la adopción de tecnologías eléctricas en todos los sectores. La electrificación de la economía es una parte importante de los esfuerzos globales para abordar el cambio climático y avanzar hacia un futuro más sostenible.