Aprender haciendo
'Learning by doing', una metodología para impulsar la formación en las empresas
Competencias profesionales Alto rendimiento Formación
Cada vez más empresas adoptan el learning by doing, una metodología más orientada a la acción, a la hora de formar a su personal. Se basa en la práctica del trabajo a desempeñar con el fin de estimular la actividad, la motivación y la participación de los empleados, compartiendo ideas en grupos de trabajo y desarrollando una autoevaluación justa.
El mundo del aprendizaje ha cambiado: la formación online gana terreno a la presencial, los medios digitales a los tradicionales y la práctica a la teoría. En este contexto de cambio permanente, el learning by doing —o aprender haciendo— se presenta como una tendencia al alza en el ámbito formativo. En las empresas, que buscan cómo mejorar el entrenamiento laboral, este método está cada vez más valorado por su capacidad para desarrollar competencias básicas como la toma de decisiones, el trabajo en equipo y el liderazgo.
Qué es 'learning by doing'. Objetivos
"Lo que tenemos que aprender a hacer, lo aprendemos haciendo". Esta cita, atribuida a Aristóteles, es exactamente el learning by doing. Ya en la primera mitad del siglo XX, dos pedagogos norteamericanos —John Dewey y William Heard Kilpatrick— plantearon la teoría de que "el aprendizaje se produce de mejor manera cuando es consecuencia de experiencias significativas, ya que esto le permite al estudiante ser copartícipe en la planificación, producción y comprensión de la experiencia".
La teoría fue sustentada por la práctica en la década de los 70 por David Kolb, profesor de Harvard y del Massachusetts Institute of Technology (MIT) que, dada su experiencia como estudiante universitario —según él aburrida y con una retención de conocimiento bastante baja—, decidió implementar con sus alumnos métodos distintos para obtener resultados diferentes. Kolb desarrolló así la ELT (Experiential Learning Theory - Teoría de Aprendizaje Experiencial) introduciendo en sus clases actividades como juegos, roleplays y simulaciones. ¿Resultado? La atención y retención por parte de los estudiantes aumentó de forma notable.
VER INFOGRAFÍA: La pirámide del aprendizaje [PDF] Enlace externo, se abre en ventana nueva.
A partir de ahí, el learning by doing empezó a popularizarse. También gracias a otras aportaciones, como la del estadounidense Roger Schank, considerado el enfant terrible de la pedagogía actual, que defiende que la única forma de aprender es haciendo cosas que nos inviten a superarnos: "He analizado cómo funciona el aprendizaje y la base es preguntar, hacer y fallar, pedir ayuda e intentarlo otra vez. Es lo que llamamos learning by doing". Y así es como el mundo de la empresa lo está incorporando: a través de la práctica en contextos reales, lo que implica buscar fórmulas creativas para desarrollar ideas y proyectos en equipo mientras se explora, se descubre, se experimenta, se aplica y se reflexiona sobre lo realizado.
Roger Schank, experto en ciencia del aprendizaje
He analizado cómo funciona el aprendizaje y la base es preguntar, hacer y fallar, pedir ayuda e intentarlo otra vez
Cómo funciona la metodología 'learning by doing'
Kolb definió las cuatro fases de la metodología learning by doing que pueden aplicarse tanto en el ámbito educativo como en el de la formación laboral:
1. Experiencia concreta. La inmersión de las personas en las actividades y tareas que están realizando da pie a la observación.
2. Observación reflexiva. Las personas reflexionan acerca de lo que están observando y elaboran hipótesis con esa información y su posible significado.
3. Conceptualización abstracta. A raíz de esas hipótesis, las personas generan conceptos abstractos que deben ser interpretados y asimilados.
4. Experimentación activa. Las personas experimentan y ponen en práctica los conceptos en otros contextos, lo que les permite mejorar.
En el caso de las empresas, la simulación de ciertas situaciones vividas en una organización permite desarrollar habilidades y actitudes muy valoradas en el contexto actual por su carácter estratégico, como la creatividad, el pensamiento crítico, la autoevaluación, la capacidad de análisis, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la toma de decisiones. Además, se comparten ideas que muchas veces terminan convirtiéndose en soluciones innovadoras y se mejora la productividad. Eso sí, el learning by doing no puede ser improvisado, sino que ha de estar perfectamente planificado y estructurado.
Las ventajas del 'learning by doing'. Oportunidades
Según un artículo publicado por la red social profesional LinkedIn, el learning by doing comporta cinco beneficios principales que también pueden ser vistos como oportunidades:
El aprendizaje experiencial engancha y permanece
Las experiencias de aprendizaje personal involucran a las personas y generan motivación al conectar lo aprendido con lo que se siente. Es decir, hacen que el aprendizaje sea significativo.
El aprendizaje experiencial es personal
Invitar a un estudiante o profesional a vivir experiencias de aprendizaje y reflexionar sobre ellas fortalece su capacidad de acción y mejora su involucración en el proceso.
El aprendizaje experiencial conecta con la comunidad
Vivir una experiencia de aprendizaje te conecta con otras personas, lo que permite acceder a otras realidades y formas de pensar, y establecer redes de contactos (networking).
El aprendizaje experiencial es integrador
El aprendizaje experiencial da la posibilidad de profundizar y la variedad de experiencias aumenta la transferibilidad de lo aprendido, volviéndolo más relevante e integrador.
El aprendizaje experiencial desarrolla habilidades para el éxito
Las experiencias de aprendizaje permiten desarrollar habilidades de colaboración y gestión de proyectos, así como iniciativa y perseverancia.