Eficiencia energética

¿Qué es la eficiencia energética y cómo alcanzarla en nuestro día a día?

Eficiencia energética Transición energética

El ahorro de energía ha cobrado especial importancia en los últimos años para cuidar el medio ambiente y mantener la factura a raya, haciéndose aún más esencial en épocas de escasez o inestabilidad. Estas son las claves para contribuir a la eficiencia energética desde casa.

Eficiencia energética

La eficiencia energética ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad. Ahorrar energía para asegurar la estabilidad del suministro en cualquier territorio es una meta que necesita la implicación de todos, tanto en casa como en nuestros puestos de trabajo, medios de transporte, destinos vacacionales o lugares y hábitos de ocio. Pero, ¿qué implica la eficiencia energética?

La eficiencia energética: significado e implicaciones 

El concepto de eficiencia energética se refiere al conjunto de acciones que permiten optimizar la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos o servicios finales obtenidos. Es decir, tiene como objetivo aprovechar al máximo la energía para no emplearla sin necesidad y ahorrar lo posible sin perder en calidad de vida o de producción. 

Además de contribuir a garantizar el suministro, este tipo de ahorro permite rebajar la factura energética al usar solo los recursos necesarios y contribuye a la sostenibilidad del planeta al reducir la huella de carbono.

Esto se puede conseguir con la adopción de distintas medidas a nivel tecnológico, por ejemplo, pero también a través de algunos cambios en nuestros hábitos diarios. 

¿Qué es la eficiencia energética y cómo conseguirla en nuestro día a día?

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Recomendaciones para ahorrar energía desde casa 

Entre todos podemos contribuir al ahorro energético con pequeños gestos cotidianos. Estas son algunas recomendaciones que incluimos en nuestro decálogo del ahorro energético en casa:

   Desconecta los dispositivos innecesarios
Apaga la luz y los aparatos prescindibles al salir de las habitaciones. Una forma sencilla de eliminar este gasto es conectar los dispositivos a una conexión múltiple o regleta para apagarlos en un solo movimiento. 

   Apuesta por la luz sostenible
Casi una cuarta parte del gasto energético de una vivienda va destinado a la iluminación, por lo que las lámparas de bajo consumo y los LEDS son la mejor opción para reducirlo. Estas bombillas de bajo consumo pueden suponer un ahorro de energía respecto a las convencionales de entre un 50 % y un 80 %, además de ser más duraderas.

   Regula la calefacción 

Se recomienda mantener la casa a un máximo de 21 ºC cuando hace frío, una temperatura que también deberían cumplir comercios, empresas o edificios públicos. En caso de ausentarse de casa, es preferible bajar el termostato a 15 ºC para evitar el desaprovechamiento energético. Otras recomendaciones son apagar la calefacción mientras se duerme, ventilar por la mañana antes de encenderla, evitar cubrir los radiadores y cerrar persianas durante la noche para mantener la temperatura. Recuerda poner el sistema a punto: purga los radiadores al iniciar la temporada más fría y coloca válvulas termostáticas en radiadores o termostatos programables.

   Usa el aire acondicionado con moderación 
El uso de aire acondicionado supone uno de los principales gastos energéticos en los hogares en épocas de mucho calor. Distintas empresas particulares e instituciones públicas ya han marcado temperaturas mínimas límite (como los 27 ºC) a las que se permite programar el aire en sus edificios, y es que por cada grado que subimos de aire acondicionado ahorramos hasta un 10 % en la factura final. Por eso, se debe hacer un uso moderado del aire, solo cuando sea necesario y a una temperatura moderada.

Otros consejos sencillos son mantener las puertas cerradas para evitar que el frío se escape, revisar los aparatos de climatización periódicamente o elegir los más eficientes en el momento de la compra.

   La ventilación natural como primera opción
Una recomendación, siempre que sea posible, es generar corrientes de aire fresco y cerrar puertas y ventanas para conservar la temperatura cuando sea la adecuada. Las persianas pueden ayudarte a ventilar la casa sin dejar entrar el sol.

   Prendas adaptadas a la estación del año
Elige ropa que te resulte cómoda, acorde con la época del año y el clima. Recuerda: cada pequeño gesto ayuda a reducir el consumo de electricidad.

   Opta por los electrodomésticos eficientes
La previsión es una virtud: a la hora de comprar un electrodoméstico, elige aquellos con una buena calificación energética —la más alta es la A+++, mientras que la más baja y, por lo tanto, la menos eficiente es la D.

   Huye del standby
El modo standby supone hasta un 10 % del consumo total de la vivienda. Evítalo y desenchufa completamente aquellos aparatos que no estás utilizando. En este caso, el uso de temporizadores puede resultar muy útil.

   Atención al frigorífico
De todos los electrodomésticos que tenemos en el hogar, la nevera absorbe un 30,6 % de todo el consumo eléctrico, según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), ya que siempre está enchufada y trabajando las 24 horas, los siete días de la semana. Invierte en una con una buena eficiencia energética y asegúrate que el tamaño no excede tus necesidades. Los expertos recomiendan limpiar y descongelar el frigorífico periódicamente, ya que la capa de hielo interior hace que sea menos eficiente. También desaconsejan situarlo cerca de fuentes de calor como el horno o el microondas y evitar tener su puerta abierta demasiado tiempo. 

   Lava de forma sostenible
Intenta usar la lavadora al máximo de su capacidad de carga, utiliza el programa ECO y apuesta por lavados de baja temperatura si la ropa no está muy sucia. Aprovecha los días de sol para secar la ropa y deja la secadora para días fríos y lluviosos, ya que consume el doble de energía que la lavadora.

   Infórmate, consulta
Puedes consultar tu consumo y gestionar tu energía poniéndote en contacto con tu empresa distribuidora o comercializadora. Conocer la evolución de tu gasto energético es fundamental para atajar gastos innecesarios.