La isla de plástico en el pacífico
El continente de plástico que flota en las aguas del Pacífico
Su sobrenombre, el séptimo continente, ya lo dice todo y no es para menos. La isla de basura que flota en el Pacífico triplica el tamaño de Francia y es el mayor vertedero oceánico del mundo con 1,8 billones de trozos de plástico flotante que matan, cada año, a miles de animales marinos entre California y Hawái.
Charles Moore fue el primero en dar la voz de alarma. El capitán y oceanógrafo estadounidense se quedó horrorizado cuando en 1997, al regresar con su velero de una célebre carrera náutica, se tropezó con un mar de plástico tan extenso que tardó siete días en cruzarlo. El hallazgo de Moore movilizó a la comunidad científica y el resto es historia: acababa de emerger a la luz pública la isla de basura en el Pacífico, uno de los mayores síntomas de la crisis medioambiental que sufre el planeta.
Dos décadas después, la gran mancha es un continente de basura de 1,6 millones de km2 y unas 80.000 toneladas de plástico que no para de crecer, según un estudio científico publicado en 2018 por la revista Nature. Para hacernos una idea de su extensión basta decir que ya triplica el tamaño de Francia. Sin embargo, a pesar de su tamaño, el continente de plástico del Pacífico resulta invisible para los satélites al estar formada en un 94% por fragmentos de plástico diminutos que se desprenden de otros más grandes por la erosión.
Los orígenes de la gran isla de plástico del Pacífico
Estos microplásticos, de apenas unos milímetros de diámetro, proceden en su mayoría de vertidos terrestres y aparejos de pesca abandonados como redes, cestas o jaulas. Pero también del tráfico marítimo. Los desechos de los barcos, a los que en estudios iniciales se había otorgando menos importancia, también contribuyen a aumentar este drama ecológico.
Cuando estas partículas dispersas en la superficie llegan al giro del Pacífico Norte —una autopista circular por donde transita el agua—, las corrientes rotativas las agrupan y las devuelven de forma cohesionada a su transitar por el océano. El resultado es una gran sopa de basura flotante que se mueve a la deriva a medio camino entre Hawái y California.
Las evidencias científicas señalan al continente asiático como la principal fuente de residuos que alimenta la gran isla de basura en el Pacífico, así como al incremento de la pesca industrial en el océano más grande del mundo. Según el estudio publicado por Nature, dos tercios de los objetos recogidos durante la investigación contenían inscripciones en japonés o chino —se llegaron a identificar hasta nueve idiomas distintos— y el resto más antiguo databa de finales de los años 70.
VER INFOGRAFÍA: La isla de basura del Pacífico, al detalle [PDF]Enlace externo, se abre en ventana nueva.
Las consecuencias de la isla de basura del Pacífi
En el último Congreso de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos, celebrado en la ciudad española de Bilbao en 2019, el capitán Charles Moore se mostró pesimista frente a la contaminación oceánica y advirtió que el plástico invadirá cada cm2 de playa en el futuro. Una profecía que puede parecer algo osada, pero que viniendo del primer hombre que navegó a través de la isla flotante de basura conviene tener en cuenta.
Los daños para el reino animal son, también, incalculables: miles de mamíferos marinos y aves acuáticas mueren cada año al confundir el plástico de la isla de basura del Pacífico con alimento o al quedar atrapados en las redes abandonadas en el mar. En 2016, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) advertía de la presencia de microplásticos en hasta 800 especies de peces, crustáceos y moluscos.
Nuestra salud podría ser la otra gran damnificada por esta acumulación de basura oceánica. El plástico microscópico que ingieren los peces y otras especies que conforman nuestra dieta pasa a nuestro organismo a través de la cadena alimenticia. Por ejemplo, un estudio de Greenpeace y la Universidad Nacional de Incheon (Corea del Sur) publicado en 2018 concluyó que el 90% de las marcas de sal muestreadas a nivel mundial contenían microplásticos.
Iniciativas para limpiar los océanos
El descubrimiento de la isla de plástico en el mar ha servido para concienciar a miles de personas y para impulsar numerosas iniciativas para reducir la presencia de los plásticos en los océanos. A continuación, repasamos algunas de ellas:
- Plastic Free Waters
Según un estudio reciente de los guardacostas del área de Nueva York y Nueva Jersey, al menos 165 millones de partículas de plástico flotan habitualmente en el estuario del puerto. Para combatir esta realidad ha surgido Plastic Free Waters, iniciativa que une a organizaciones del sector público, ONG y compañías privadas con un objetivo: erradicar los residuos plásticos de sus aguas.
- 4Ocean
Esta iniciativa ha recogido, desde su creación en 2017, 1.930 toneladas de plástico oceánico en 27 países. El proyecto, liderado por los norteamericanos Alex Schulz y Andrew Cooper, se compromete a eliminar medio kilo de basura de océanos y costas por cada artículo que venden en su web, como pulseras, brazaletes o bolsas de tela. - Seabin
Un contenedor que sirve para recoger el plástico y una parte de los aceites, detergentes o combustibles que flotan en los puertos, muelles y clubs náuticos de todo el mundo. Los australianos Andrew Turton y Pete Ceglinski son los artífices de esta ingeniosa idea que ya ha retirado más de 55 toneladas de residuos a nivel global.