Acero verde
El acero verde: un material para iniciar su descarbonización industrial y ampliar las fronteras de la electrificación
La industria del acero genera el 8 % de las emisiones de CO2 causadas por el hombre a nivel mundial. Por esa razón, urge iniciar un proceso de descarbonización que, además, puede convertirse en una gran oportunidad económica. Iberdrola, en su apuesta por un mundo más sostenible, ya está trabajando junto a actores del sector del acero en proyectos orientados a minimizar su impacto.
El acero es uno de los materiales más empleados en el mundo. Con más de dos millones de toneladas de esta aleación de hierro fabricadas anualmente, es uno de los principales elementos usados en automóviles, edificios y objetos del día a día, como cubiertos o herramientas, entre otros. Además, en su fabricación emplea directamente a más de seis millones de personas.
Conviene no olvidar que estamos ante una de las industrias más contaminantes y consumidoras de energía del planeta. Su fabricación se produce en altos hornos que emplean combustibles fósiles —carbón, petróleo y gas natural— para alcanzar las altas temperaturas y reacciones químicas necesarias. Esto origina, aproximadamente, un 8 % de las emisiones de CO2 causadas por el hombre a nivel mundial.
El acero puede ser reciclado infinitas veces —sin perder sus propiedades— en un proceso completamente eléctrico y con pocas emisiones. Esa es una de las soluciones para reducir su impacto medioambiental en plena lucha contra el cambio climático. De hecho, el reciclaje ya cubre el 26 % de las necesidades mundiales y se está trabajando para aumentar ese porcentaje. En España más de un 85 % del acero se recicla, lo cual sitúa al país en el octavo lugar continental. Países Bajos ocupa el primer lugar, con un 97,3 % mientras que otros como Italia están todavía por debajo del 75 %.
La descarbonización del acero
La urgencia en la acción climática está movilizando a toda la sociedad, incluyendo, como no podía ser de otra manera, a toda la cadena de valor del acero. Grandes actores de la industria están anunciando compromisos para su descarbonización: productores como ArcelorMittal o Tata Steel, consumidores como el fabricante de camiones Scania e, incluso, grupos financieros. Iberdrola es también parte activa de estos esfuerzos como empresa líder en la descarbonización de la economía, participando en diversos foros y explorando formas de colaboración con diversos actores de dicha cadena de valor.
Las primeras medidas para reducir las emisiones del acero pasan necesariamente por hacer un uso más eficiente del mismo y aumentar su tasa de reciclaje, pero no son suficientes. Las proyecciones a futuro indican que seguirá siendo necesario cubrir al menos la mitad de la demanda de acero a partir del mineral de hierro, lo que hace imprescindible desarrollar nuevas tecnologías más respetuosas con el medio ambiente.
Dos de los procesos más prometedores tienen a la electricidad de origen renovable como protagonista. En Europa ya existen varios proyectos —Hybrit o H2 Greensteel, por ejemplo— que pretenden reemplazar los combustibles fósiles por hidrógeno verde, mientras que en Estados Unidos la empresa Boston Metal, surgida del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), está desarrollando la electrólisis directa del mineral de hierro, un proceso similar al empleado actualmente para el aluminio. En ambos casos, la electricidad necesaria provendría de fuentes renovables, asegurando la sostenibilidad y la ausencia de emisiones durante el proceso.
Está previsto que las primeras plantas comerciales basadas en estas nuevas tecnologías neutras en carbono estén disponibles a partir del año 2030, momento en el cual deberían empezar a renovarse buena parte de los altos hornos europeos.
Iberdrola y el acero verde
Iberdrola está trabajando en ambas líneas, analizando opciones de proyectos con socios industriales en distintas geografías. Cabe destacar las conversaciones mantenidas con la start-up Boston Metal, en la cátedra de Iberdrola con el MIT, y con la spin-off de Scania, Hydrogen Green Steel (H2GS), a través de nuestra participación en la CEO Alliance.
La descarbonización de este sector es una gran oportunidad de crecimiento para Iberdrola, ya que podría significar una demanda adicional de unos ~5.000 TWh/año, el equivalente a casi dos veces la generación eléctrica actual en Europa, además de 40 millones de toneladas de hidrógeno verde o la instalación de más de 300 MW de electrolizadores. Por ello, la compañía está impulsando junto a Cummins el asentamiento en España de una fábrica de electrolizadores, acelerando así la implantación de toda la cadena de valor del hidrógeno.
Iberdrola mantiene también su compromiso de conseguir un acero sostenible a través de su participación en la iniciativa internacional SteelZero, liderada por Climate Group en colaboración con Responsible Steel. El grupo ha establecido el ambicioso objetivo de utilizar un 50 % de acero de bajas emisiones para 2030, con el objetivo de llegar a cero emisiones en 2050.
Con este proyecto, SteelZero envía una fuerte señal de demanda para cambiar los mercados y las políticas globales hacia la producción y el abastecimiento responsable del acero. Las empresas que se han adherido a esta alianza, se aseguran de que los materiales utilizados en la producción de infraestructuras de energía renovable o automovilísticas estén en consonancia con un mundo sin emisiones de carbono.
En definitiva, es posible descarbonizar la fabricación del acero y ya existen varias alternativas muy prometedoras a través de la electrificación directa o del hidrógeno verde. A futuro, gracias a la esperada reducción de costes de las energías renovables y del hidrógeno verde impulsada por Iberdrola, el acero verde podría ser más competitivo, redundando en beneficio de todos los consumidores.