Impacto visual de la eólica marina

En las últimas décadas, el sector de la eólica marina ha experimentado un enorme crecimiento a nivel global ante la necesidad de buscar fuentes de energía más amigables con el medio ambiente. Según datos de 2022 del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC, en sus siglas en inglés), ya se han instalado cerca de 64 GW de capacidad eólica marina en todo el mundo, lo que representa un aumento de más de 77 % en tan solo dos años, si comparamos las cifras actuales con los niveles de 2020.

Sin embargo, a medida que cada vez más países inician el despliegue a gran escala de la energía eólica marina, es importante que se siga de cerca uno de los principales retos en relación a este tipo de tecnología renovable: el impacto visual que estas instalaciones pueden ocasionar en el paisaje de la línea costera.

Cuando se habla del impacto visual de un parque eólico marino nos referimos a la visualización de todos los elementos que constituyen esta gran infraestructura eléctrica, además de cómo pueden cambiar la estética del paisaje de un entorno natural de costa. Es decir, la alteración que causan la presencia de aerogeneradores, subestaciones marinas y terrestres, plataformas de operaciones o cables en la zona de la costa.

El principal factor que hace que una instalación eólica tenga más o menos impacto visual en un ambiente es, sin duda, la distancia de las turbinas con respecto a la costa. Pero no es el único. En el caso de los aerogeneradores, hay que considerar que la altura y el diámetro del rotor también influyen directamente en su visibilidad –cuanto más grandes, más lejos tienen que estar de tierra firme para que no sean visibles–.

Además, el impacto en el paisaje también se produce por la noche. Dentro de un mismo parque eólico, toda turbina debe estar equipada con señalización luminosa de forma independiente para que sean visibles para otros usuarios navales así como aeronaves, lo que puede alterar la apariencia del paisaje nocturno.

Por esta cuestión, desde hace tiempo, se están llevando a cabo diferentes líneas de investigación que buscan evaluar el impacto visual de la eólica marina en los océanos y las líneas costeras. A través de soluciones técnicas e innovadoras, estos estudios tienen el objetivo de encontrar la forma de que la instalación de un parque eólico marino agregue valor al paisaje, contribuyendo a la identidad y al desarrollo de la región.

¿Cómo se evalúa el impacto visual de un parque eólico marino?

Antes de comenzar la instalación de aerogeneradores marinos es necesario realizar una serie de estudios de carácter ambiental. Al tratarse de construcciones que implican obras de ingeniería muy complejas en alta mar, estos proyectos necesitan contar con un documento oficial llamado Declaración de Impacto Ambiental (DIA), algo que está incorporado en la normativa de los órganos ambientales de los países.

Básicamente, se trata de un estudio que explica la compatibilidad del parque con otros usos del espacio marítimo, como pueden ser las actividades de pesca o navegación, la fauna marina, la avifauna, las rutas de migración o el transporte de sedimentos. Además de analizar aspectos puramente técnicos como el tipo de cimentación que se usará en la instalación, estos informes buscan conocer al detalle cómo el proyecto impactará en el hábitat marino local, si afectará la calidad del aire y del agua, los posibles ruidos que puede generar y su acción sobre los recursos naturales de los océanos, como las sales minerales.

Además, este tipo de estudio también se preocupa en analizar el impacto visual que los parques eólicos marinos pueden tener sobre los ambientes costeros. En otras palabras, busca entender cómo los aerogeneradores y los demás elementos de la eólica marina cambian el aspecto paisajístico del emplazamiento, con el objetivo de proponer medidas que minimicen estos impactos. 

A continuación, repasamos las principales medidas que proponen los diferentes informes ya publicados para minimizar los efectos visuales que pueden causar un parque eólico marino:

 Distancia de la costa

Instalar los parques a una distancia alejada de la costa, donde sean menos visibles desde tierra firme, es la principal medida para reducir su impacto visual. Según un estudio realizado en Reino Unido por investigadores del Laboratorio Nacional Argonne, instalaciones de tamaño pequeño a moderado son “un importante foco de atención visual” a distancias de hasta 16 kilómetros. En el caso de parques eólicos a distancias de casi 29 kilómetros, estos ya “no son percibidos por un observador casual”, mientras que a distancias superiores a 40 kilómetros, solo son visibles “con visión ampliada”.

Sin embargo, los estudios realizados sugieren que, en ciertas condiciones atmosféricas y ángulos de iluminación determinados, observadores casuales pueden percibir las instalaciones eólicas a distancias superiores a 35 kilómetros. Al mismo tiempo, el informe publicado también señala que hay que tener en cuenta que los objetos en el horizonte pueden verse a mayor distancias desde miradores elevados debido al efecto de ocultación de la curvatura de la Tierra. 

 Diseño integrado

Otra de las medidas es la de planificar el diseño de los parques eólicos de manera que se mezclen con el entorno natural. En muchos casos, se fabrican aerogeneradores o subestaciones con colores y formas que estén en armonía con los paisajes marinos. Además, se emplea la reforestación cerca de los elementos instalados en tierra, como pueden ser las subestaciones eléctricas en tierra firme o los edificios de operación y mantenimiento.

 Disposición ordenada

Se debe considerar la organización de las turbinas sobre una superficie oceánica, teniendo en cuenta su disposición y su tamaño con respecto al paisaje circundante. Seguir patrones ordenados y regulares reduce el efecto visual caótico y crea una apariencia más uniforme. 

 Ubicación estratégica

Al analizar las ubicaciones potenciales para el parque eólico, es clave tener en cuenta la cercanía a áreas residenciales o puntos turísticos desde donde se puedan ver los aerogeneradores. Además, se deben considerar todos los ángulos desde los cuales las turbinas pueden ser visibles.

 Iluminación no intrusiva

Es igual de importante tomar medidas para minimizar el impacto visual durante periodos nocturnos. Los aerogeneradores de los parques eólicos deben seguir las normas de iluminación de las agencias de seguridad aérea de sus países, pero con señalizaciones que no sean intrusivas. Se recomienda, por ejemplo, la utilización de balizas que emitan luz roja fija.