Sumideros de carbono

Sumideros de carbono, un soplo de oxígeno natural

Naturaleza

Desde el Acuerdo de París hay un término que resuena en todas las conversaciones relativas al cambio climático: mitigación. El objetivo es reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, y una de las medidas para conseguirlo es aumentar la presencia de los sumideros de carbono en la Tierra.

sumideros carbono
El bosque tropical del Amazonas (Brasil) es uno de los grandes sumideros naturales de carbono del planeta.

Para nuestra suerte, los seres humanos no somos los únicos que tratamos de poner freno a los efectos del calentamiento global. La naturaleza también cuenta con sus propios recursos para intentar que la temperatura media del planeta no siga aumentando. Uno de ellos son los sumideros de carbono: depósitos naturales —océanos, bosques y suelos— que absorben y capturan el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera reduciendo su presencia en el aire.

La importancia de los sumideros de carbono

Estos agentes biológicos funcionaron sin alteraciones hasta que el ciclo del carbono, inmutable durante milenios, comenzó a sufrir las consecuencias de la quema de combustibles fósiles y el consiguiente aumento acelerado de la concentración de CO2 en la atmósfera. Y esta realidad no solo no se ha mantenido en el tiempo, sino que se ha ido agravando: desde los inicios de la Revolución Industrial hasta nuestros días, la concentración de CO2 en el aire ha pasado de 278 partes por millón (ppm) a más de 400 ppm, tal y como advierte la organización Global Carbon Project (2022).

Ante este incremento desproporcionado de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) —en 2022 se registraron unos valores de CO2 en la atmósfera de 417,2 ppm—, los principales sumideros de carbono tan solo son capaces de retirar el 31 % de la circulación.

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¿Te has preguntado alguna vez qué pasa con todo el CO2 que generamos?

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Pero, a pesar de que las actividades humanas sigan causando estragos en los principales sumideros naturales del planeta —la deforestación ha provocado que muchos bosques ya no actúen como sumideros sino como fuentes de emisiones y los océanos están gravemente afectados por la acidificación—, si nos esforzamos en preservarlos y potenciarlos, su capacidad de retención de carbono seguirá siendo elevadísima.

  • Se estima que un poco más del 50 % del CO2 antropogénico es absorbido por bosques y océanos.
  • Los océanos fueron capaces de capturar 10,5 Gt de carbono al año durante la década 2012-2021 (26% de las emisiones totales de CO).
  • Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), la reforestación y la gestión del suelo de forma sostenible podrían suponer una bajada de 9 Gigatoneladas (Gt) de CO2 en 2030.
  • Los sumideros terrestres capturaron un total de 11,4 GtCO al año durante la década 2012-2021, registrando 1,4 GtCO al año más que durante la década de 2000.

Técnicas artificiales de secuestro de carbono

Aunque las tecnologías artificiales para el almacenamiento del carbono se encuentran todavía lejos de afrontar las exigencias del cambio climático, poco a poco van surgiendo nuevos proyectos que capturan el CO2 de forma artificial y luego lo retienen a través de diferentes medios. Veamos algunos ejemplos:

 Captando el CO2 de las emisiones de las centrales eléctricas que funcionan con carbón e inyectándolo a gran profundidad bajo la superficie de la Tierra.

 A través de técnicas geológicas de secuestro de carbono que inyectan el CO2 en acuíferos salinos profundos, produciendo grandes bolsas de agua salada.

 Con el despliegue masivo de cultivos de árboles y plantas que atraparían CO2 para después quemarlo en centrales térmicas de biomasa cuyas chimeneas capturarían el dióxido y lo enterrarían en almacenamientos geológicos.

 Mediante ventiladores que absorben el CO2 del aire por medio de filtros que se calientan a 100º C con el calor generado por la planta de reciclaje. Esto daría como resultado gas de CO2 puro que se reutilizaría más tarde.

 Por medio de algas colocadas cerca de una fuente de luz que son capaces de absorber dióxido de carbono y emitir oxígeno.

Los sumideros de carbono representan una ayuda real e importante para frenar el cambio climático pero, si de verdad queremos cumplir con el compromiso fijado en el Acuerdo de París y mantener el calentamiento global por debajo de los 2º C, la única solución factible pasaría por reducir las emisiones, abandonar la dependencia de los combustibles fósiles y apostar firmemente por las energías renovables.

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