#talento digital
La evolución de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) ha impulsado el desarrollo de un tipo de talento asociado a la digitalización y esas capacidades son cada vez más demandadas. Te presentamos las últimas tendencias.
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Hace unos años la educación a distancia era el patito feo de la enseñanza superior al estar menos reconocida que la educación presencial. Hoy, el aprendizaje online se ha convertido en la opción preferida de millones de personas por su flexibilidad, por eliminar las barreras geográficas y por dar acceso a una oferta educativa más variada.
El sector de la educación ha sufrido un cambio profundo durante la última década en paralelo a la revolución digital, dibujando una nueva realidad en la aulas. Con el surgimiento de la EdTech (Educational Technology), infinidad de herramientas y aplicaciones se han desarrollado y se han incorporado al día a día de estudiantes y profesores. Gracias a ellas, la experiencia del alumno será cada vez más personalizada.
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La innovación es uno de los mantras del siglo XXI y la formación debe sumarse a esta (r)evolución para estar a la altura de lo que un mundo hiperactivo e hiperconectado demanda. Para afrontar todos estos retos, la tecnología se presenta como un aliado imprescindible a la hora de impulsar una educación disruptiva que reenfoque el aprendizaje.
La educación en casa, también conocida como homeschooling, es una forma de educación alternativa que consiste en educar a los niños lejos del aula, un proceso formativo que ha ganado popularidad en muchos países. La evolución de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) durante los últimos años ha facilitado su rápida implementación, pero tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
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Los nanogrados están revolucionando el panorama formativo y el acceso a los empleos de vanguardia a nivel mundial. Estos cursos, de carácter colaborativo y personalizables, se enfocan más en las habilidades que en los conocimientos y, gracias a las TIC, permiten democratizar la educación.
En un mundo digital que evoluciona a gran velocidad, la agilidad y la flexibilidad a la hora de abordar tareas y proyectos es clave para alcanzar el éxito. Pero, ¿cómo conseguirlo? Implementando una forma diferente de organizarse y de trabajar. Ahí entra en escena la cultura agile, que mejora la productividad y fomenta el desarrollo de las organizaciones líquidas.