Reciclaje palas eólicas
Reciclaje de palas eólicas, un nuevo reto para la energía eólica
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Según WindEurope, la agencia eólica europea, en los próximos cinco años alrededor de 14.000 palas podrían ser desmanteladas en todo el continente, lo que supondría entre 40.000 y 60.000 toneladas de residuos. Por este motivo, el reciclaje, especialmente de las palas eólicas, se vislumbra como uno de los retos fundamentales de la industria.
El sector de la energía eólica vive un enorme crecimiento debido a la necesidad mundial de contar con un suministro de energía limpia. Según datos de la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA, en sus siglas en inglés), en 2021 se alcanzó una capacidad instalada eólica de 840 gigavatios en todo el mundo, suficientes para proporcionar más de 7 % de la demanda mundial de energía.
Una energía limpia, inagotable y segura cuyas mejores características son, además, que el coste de su mantenimiento es bajo, que son móviles y que apenas generan residuos por lo que contribuyen a evitar el cambio climático y avanzar hacia la transición energética. Hay que tener en cuenta que la mayor parte del impacto medioambiental que producen las energías renovables se concentra en dos momentos: la fabricación y el desmantelamiento.
Aquí es donde entra la importancia del reciclaje de los aerogeneradores. Solo en España y, según datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), hay 1.300 parques eólicos en los que se encuentran instalados cerca de 22.000 aerogeneradores. Y España ocupa el quinto puesto mundial en lo que a potencia instalada se refiere, por detrás de China, Estados Unidos, Alemania e India, y por delante de Reino Unido, Brasil y Francia.
La repotenciación de los aerogeneradores
La vida útil de un aerogenerador está en torno a los 25 años, aunque es habitual que pueda extenderse hasta los 30 años si la inversión realizada en mantenimiento es adecuada. La mayoría de sus componentes son reciclables, aunque el reto se encuentra en el reciclaje de las palas eólicas de manera eficiente. Los materiales con los que están fabricados son en su mayoría compuestos, como es el caso de la fibra de vidrio, la fibra de carbono o distintas resinas, por lo que separarlos para llevar a cabo el reciclaje es especialmente difícil y caro.
En un primer momento, y atendiendo a la máxima de la economía circular, la mayoría de las palas de los aerogeneradores se están reutilizando. Es parte de la estrategia de repotenciación, ya que los aerogeneradores cada vez son más eficientes y poseen una mayor potencia, por lo que los antiguos se pueden volver a montar en otros parques o en otros países. Además, también existen iniciativas que convierten estas palas en elementos arquitectónicos o estructurales como puentes o aparcamientos de bicicletas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, según cifras de WindEurope, esta repotenciación implicará que a partir de 2030 se desmantelen hasta 5.700 aerogeneradores en Europa por año, de aquí a 2030, y dada la velocidad a la que está creciendo la energía eólica, es necesario optar por otras alternativas ya que el volumen de palas retiradas aumentará rápidamente.
Tipos de reciclaje de palas eólicas
Aunque es importante señalar que las palas eólicas son inertes, por lo que no generan emisiones tóxicas y su composición las convierten en absolutamente seguras para los vertederos, se trata de un importante desperdicio de recursos que se aleja de los criterios de sostenibilidad y circularidad que imperan en el sector eólico. Por ello, asociaciones como la europea WindEurope abogan por que se prohíba el depósito en vertedero de las palas de aerogeneradores en toda Europa a partir de 2025. Esto significaría que la industria eólica se comprometería a reciclar o recuperar el 100 % de las palas fuera de servicio.
Por ello, se está trabajando en diferentes proyectos e iniciativas para impulsar el reciclaje de palas a través de diferentes tecnologías. Actualmente existen tres tipos principales de reciclaje aplicables a los componentes de las palas eólicas:
Reciclaje mecánico:
Se trata de triturar -normalmente tras separarlos- los materiales para que puedan ser empleados de nuevo, en muchas ocasiones como material de relleno, principalmente, en materiales de construcción o en plásticos. Se suelen utilizar técnicas como la molienda mecánica o la fragmentación de pulsos de alto voltaje.
Reciclaje térmico:
En este caso las palas se incineran produciendo energía y descomponiendo los composites. Este proceso permite preservar ciertas características de los materiales fibrosos, facilitando que puedan ser utilizados a posteriori.
Reciclaje químico:
Para el reciclaje químico se emplean técnicas como el lecho fluidizado o la solvólisis que, mediante disolventes y procesos térmicos, separan las resinas de las fibras lo que posibilita que ambos materiales puedan ser reutilizados.
Cementerio de palas: un nuevo reto para la energía eólica
El término «cementerio de palas de aerogeneradores» se refiere al creciente problema de la eliminación de las palas retiradas de los aerogeneradores. A medida que los aerogeneradores llegan al final de su vida útil, sus grandes palas de material compuesto plantean importantes problemas de eliminación. Debido a su tamaño y material, que a menudo incluye fibra de vidrio y resina, estas palas son difíciles de reciclar y tienden a acumularse en vertederos o lugares de almacenamiento especializados.
El sector busca activamente soluciones sostenibles, como el desarrollo de nuevas tecnologías de reciclaje y la búsqueda de usos alternativos para estos materiales. Abordar el problema del cementerio de palas de aerogeneradores es crucial para mejorar el impacto ambiental de la energía eólica y garantizar la sostenibilidad del sector a largo plazo.
Modelo de economía circular en el Grupo Iberdrola
En Iberdrola trabajamos para ser más respetuosos con la naturaleza en nuestras tres áreas estratégicas de sostenibilidad: acción climática, protección de la biodiversidad y economía circular.
Por ello, nuestro modelo de negocio sostenible se basa en el modelo de economía circular, un sistema de aprovechamiento de los recursos en el que prima la reducción del uso de nuevas materias primas a través de la eficiencia en procesos, las extensiones de vida de los productos y la apuesta decidida por la reutilización y reciclado de materiales.