Fauna abisal

Fauna abisal: ¿qué secretos guardan las profundidades oceánicas?

Las especies que pueblan la Tierra, tras siglos de investigación, son de sobra conocidas, al menos aquellas que están a nuestro alcance. Porque hay otras, presentes en lugares recónditos y prácticamente inaccesibles, que son grandes desconocidas. Entre ellas, las que se encuentran en las profundidades marinas. A continuación, nos acercamos a la fauna abisal que habita los mares y océanos de nuestro planeta.

 Una de las características más curiosas que posee la fauna abisal es la bioluminiscencia.
Una de las características más curiosas que posee la fauna abisal es la bioluminiscencia.

A varios cientos de metros bajo el nivel del mar, allí donde la luz no llega, existen miles de especies que han hecho de las profundidades marinas su hábitat. Si hablamos del pez víbora, el pulpo telescopio o el calamar vampiro, seguramente ni te suenen —aunque su nombre te lleve a pensar en criaturas monstruosas y realmente su apariencia puede llegar a serlo—; sin embargo, son solo tres de las miles de especies que, según el Census of Marine Life, viven en las profundidades marinas.

Esas miles de especies, muchas de ellas descubiertas durante las últimas décadas gracias al Ocean Biodiversity Information System (OBIS), conforman la fauna abisal o, lo que es lo mismo, aquellos animales que viven más allá de la zona epipelágica, es decir, por debajo de los 200 metros de profundidad. Aunque son muchos, los científicos coinciden en que más del 80 % del fondo oceánico aún no se ha inspeccionado con tecnología moderna, de modo que los secretos de las profundidades apenas han empezado a revelarse.

Qué es la zona abisal

La zona abisal, también conocida como abisopelágica, es uno de los niveles en los que se dividen los océanos y se encuentra en una franja comprendida entre los 3.000 y los 6.000 metros de profundidad. De hecho, la palabra abisal viene del latín abyssalis, que significa abismo, algo sin fondo o extremadamente profundo. Sin embargo, la fauna abisal se expande más allá de esa zona. De hecho, desde el punto de vista zoológico, se considera fauna abisal a toda aquella que habita por debajo de los 200 metros de profundidad, puesto que son pocas las especies capaces de vivir más allá de los 1.000 metros.

Características de la zona abisal

La zona abisal, debido a su profundidad, presenta unas características sumamente exigentes para el desarrollo de la vida: es una región afótica, es decir, carente de luz; la temperatura oscila entre los 0 ºC y los 3 ºC; hay escasez de nutrientes, lo que dificulta la alimentación y el desarrollo de las especies que la habitan; y la presión hidrostática aumenta a medida que se desciende, por ejemplo, en el abismo Challenger, el punto más profundo del océano con casi 11.000 metros, la presión es mil veces mayor que al nivel del mar.

Qué es la llanura abisal

La llanura abisal es una franja de terreno prácticamente sin relieve propia de la zona abisopelágica que se extiende tras la plataforma continental, la barrera continental y la elevación continental. Supone alrededor del 50 % del fondo oceánico y por debajo solo encontraríamos las fosas oceánicas, que pueden alcanzar los 11.000 metros de profundidad —como el abismo Challenger, citado anteriormente y situado en el extremo sur de la Fosa de las Marianas—. La luz no llega a la llanura, por lo que alberga poca vida, principalmente bacterias quimiosintéticas, algunos invertebrados (gusanos) y algunos vertebrados (peces).

La clasificación de las zonas oceánicas.
La clasificación de las zonas oceánicas.

 

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Animales abisales

Desde que en 1872 el gobierno británico lanzara la expedición Challenger para cartografiar las profundidades marinas, descubriendo cuarenta nuevas especies, han sido muchos los viajes científicos que han permitido desvelar, poco a poco, un pequeño porcentaje de sus misterios. Las múltiples expediciones de los equipos de investigación de la estadounidense Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) o las del ya citado OBIS son un buen ejemplo de ello.

En 2018, una expedición australiana descubrió a 4.800 metros de profundidad más de cien especies de peces abisales, algunos sin rostro, es decir, sin ojos ni boca visibles, otros terroríficos, como un pez lagarto de enorme boca que se hizo viral. Su aspecto se justifica por sus duras condiciones de vida, ya que para sobrevivir han tenido que adaptarse al medio y esto les hace poseedores de una serie de características muy especiales: cuerpos blandos, pieles transparentes, dientes filosos, ojos poco desarrollados, estómagos extensibles, etc.

Si hay una característica que destaca sobre todas las demás es la bioluminescencia. Este fenómeno, generado por el 90 % de los animales que viven en las profundidades marinas, les permite crear luz mediante una reacción química que utilizan para defenderse, para localizar alimentos o como reclamo para la reproducción. La bioluminiscencia puede ser difusa, localizada o a través de órganos especializados.

A continuación, abordamos algunos ejemplos de la sorprendente fauna abisal:

Peces abisales

  • Caulophrynidae: se caracterizan por presentar un pedúnculo sobre la boca en cuya punta hay un órgano luminoso que utilizan para cazar. Al vivir en el fondo abisal tienen dificultades para encontrar pareja, por lo que la hembra, de mayor tamaño, ejerce de hospedadora del macho.
  • Chauliodus danae: el pez víbora cuenta con unos dientes desproporcionados y muy afilados que le permiten empalar a sus presas. Los machos pueden llegar a medir 15 centímetros. El chauliodus sloani, de la misma familia y mayor tamaño, habita en aguas de hasta 4.000 metros de profundidad.
  • Saccopharynx: similares a las anguilas, cuentan con estómagos extensibles, grandes mandíbulas —de ahí su sobrenombre de pez engullidor— y un órgano luminoso en forma de bulbo en la cola. Vive alrededor de los 2.000 metros de profundidad y puede alcanzar hasta dos metros de longitud.

Crustáceos abisales y moluscos abisales

  • Colossendeis: este género de arañas marinas, algunas de ellas bioluminiscentes, vive en aguas profundas y destaca por la longitud de sus extremidades, que pueden alcanzar los 40-50 centímetros, en contraposición con sus pequeños cuerpos.
  • Vampyroteuthis infernalis: conocido como calamar vampiro, es capaz de vivir en las profundidades afóticas y carece de depósito de tinta, ya que en su lugar lanza una pegajosa nube de moco bioluminiscente para espantar a sus depredadores.
  • Amphitretus pelagicus: propio de la zona abisal, el pulpo telescopio habita en aguas tropicales y subtropicales de los océanos Índico y Pacífico, y se distingue de otras especies de pulpos porque es translúcido y posee ojos tubulares.