Contaminación del suelo
La contaminación del suelo, sus efectos sobre nuestro futuro y qué podemos hacer para reducirla
Cuando hablamos de contaminación tendemos a alzar la vista, pero este problema no afecta solo a nuestros cielos. Los suelos, que acogen los cultivos de frutas, verduras u hortalizas, también sufren las consecuencias y sus efectos llegan hasta nosotros a través, por ejemplo, de los alimentos anteriormente mencionados. ¡Ha llegado el momento de cuidar la tierra que yace bajo nuestros pies!
La superficie terrestre es la piel del planeta, un manto lleno de cicatrices, arrugas milenarias y heridas más recientes causadas tanto por el hombre como por la propia naturaleza. Algunas de estas úlceras son incurables —como la extinción de especies—, otras comprometen la salud y la seguridad alimentaria, y todas ellas amenazan el bienestar de la mitad de la humanidad en el mundo, como advierte el Global Land Outlook (GLO2), Land Restoration for Recovery and Resilience, publicado en 2022 por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. En el informe, se destaca que la contaminación es la mayor causa medioambiental de enfermedades y muertes en el mundo actual, principalmente la del suelo, junto con la exposición a sustancias químicas y la mala gestión de los residuos.
Qué es la contaminación del suelo
Este mal invisible aparece cuando la concentración de contaminantes en la superficie es tan alta que daña la biodiversidad del suelo y pone en riesgo nuestra salud a través, sobre todo, de la alimentación. Precisamente actividades como la ganadería y la agricultura intensivas suelen emplear fármacos, plaguicidas y fertilizantes que contaminan los campos, al igual que ocurre con los metales pesados y otras sustancias químicas de origen natural o antropogénico.
La contaminación del suelo es una amenaza global especialmente grave en regiones como Europa, Eurasia, Asia y África del Norte, como revela la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Este organismo internacional asegura también que la degradación intensa o moderada afecta ya a un tercio del suelo mundial, y su recuperación es tan lenta que se necesitarían 1.000 años para crear unos pocos centímetros de capa arable superficial.
Causas y tipos de contaminación del suelo
Fenómenos como la erosión, la pérdida de carbono orgánico, la salinización, la compactación, la acidificación y la contaminación química son los principales responsables del deterioro actual del suelo. Además, la FAO diferencia entre estos dos tipos de contaminación edáfica:
- Contaminación puntual: se debe a razones concretas, tiene lugar en áreas reducidas y sus causas son fáciles de identificar. Esta contaminación terrestre es habitual en las ciudades, los emplazamientos de antiguas fábricas, los alrededores de las carreteras, los vertederos ilegales y las depuradoras.
- Contaminación difusa: abarca territorios muy amplios y sus causas son diversas o difíciles de identificar. Este suceso implica la dispersión de contaminantes a través de sistemas aire-suelo-agua y tiene un impacto importante sobre la salud humana y el medio ambiente.
Entre las causas antropogénicas más habituales de la contaminación del suelo, la FAO destaca la industria, la minería, las actividades militares, la gestión de desechos —aquí entra la basura tecnológica— y aguas residuales, la agricultura, la ganadería y la construcción de infraestructuras urbanas y de transportes.
Consecuencias de la contaminación del suelo
Las sustancias tóxicas que se depositan en la superficie terrestre perjudican nuestra salud y bienestar, así como la calidad de los alimentos, el agua y el aire. A continuación, detallamos los efectos más relevantes según IPBES y la FAO:
Daños a la salud
Los contaminantes de la tierra pasan a nuestro organismo a través de la cadena trófica, propiciando la aparición de enfermedades. Además, la propagación de los antibióticos por el medio ambiente favorece la resistencia de los patógenos a estos fármacos.
Peores cultivos
Los agentes de la contaminación del suelo comprometen la seguridad alimentaria de la población mundial al disminuir la cantidad y la calidad de las cosechas.
Cambio climático
De 2015 a 2050, se emitirán 69 gigatoneladas de CO2 como consecuencia del cambio del uso de la tierra y la degradación del suelo, una cifra que representa el 17% de las emisiones actuales de gases de efecto invernadero cada año.
Contaminación de agua y aire
El deterioro de la superficie terrestre repercute en la calidad del agua y del aire, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
Desplazamientos de población
La degradación del suelo y el cambio climático obligarán a emigrar a entre 50 y 700 millones de personas para el año 2050.
Desaparición de especies
La contaminación del suelo es una de las principales causas que podrían desencadenar la sexta extinción masiva de la historia —la población de vida silvestre sufrió una caída del 69% entre 1970 y 2018, según el Informe Planeta Vivo de WWF—.
Desertificación
El número de habitantes de las zonas más áridas del planeta podría suponer el 45 % de la población mundial en 2050, mientras los humedales del mundo han perdido el 87 % de su área en los últimos tres siglos.
Impacto en la economía
Se estima que las pérdidas económicas globales originadas por el deterioro del suelo lleguen a la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) mundial anual.
Soluciones para reducir la contaminación del suelo
La degradación del suelo es un problema complejo que requiere de medidas conjuntas por parte de los gobiernos, las instituciones, las comunidades y los individuos. Estas son algunas de las cosas que podemos hacer para mejorar su salud:
- Consumir alimentos sostenibles, reciclar correctamente pilas y baterías, hacer compostaje casero o deshacernos de los fármacos en los lugares habilitados para ello.
- Incentivar un modelo más ecológico de industria, agricultura y ganadería, entre otras actividades económicas.
- Mejorar la planificación urbanística de las ciudades y del transporte, así como el tratamiento de las aguas residuales.
- Reformar la gestión de los residuos mineros, restaurar la topografía y conservar la capa superficial del suelo.
- Incluir a las comunidades locales y a los pueblos indígenas en el diseño, la implementación y la evaluación de la gestión sostenible del suelo.