ODS 4: Educación de calidad

Nuestra contribución al ODS 4: Educación de calidad

 El Grupo Iberdrola ha contribuido con 6,962 millones de euros en el área de educación y formación en 2022. Asimismo, la compañía ha incorporado a más de 990 jóvenes en prácticas y ha reforzado su Programa de Becas, mediante el cual ha concedido más de 1.970 ayudas a estudiantes para recibir formación de excelencia en instituciones de todo el mundo.

Impulso a la formación corporativa, con 68 horas de formación por empleado en 2022, lo que sitúa a la compañía en los niveles más altos de Europa.

 Proyectos de voluntariado corporativo y la labor de las diferentes fundaciones.

 Acuerdos de colaboración con las principales universidades donde Iberdrola tiene presencia a través del programa Iberdrola U, que desarrolla diferentes iniciativas como cátedras, proyectos de I+D, formación a estudiantes, formación interna y jóvenes emprendedores.

 Apoyo a la educación, la transferencia tecnológica y la universalización de los servicios energéticos a través de diferentes cátedras con universidades.

 El Campus Iberdrola, modelo de sostenibilidad y eficiencia energética, se consolida como centro de conocimiento e innovación internacional orientado a impulsar el talento, abierto a empresas y profesionales.

 En el Grupo disponemos de una alianza internacional con UNICEF para promover oportunidades de empoderamiento, educación, formación y empleabilidad de jóvenes en situación de vulnerabilidad..

ODS 4: Educación de calidad ¿qué es y por qué es tan importante?

El ODS 4 busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. En un contexto mundial en el que muchas regiones en desarrollo siguen teniendo altos niveles de pobreza, conflictos armados y otras emergencias, la educación de calidad es clave para alcanzar una movilidad social y económica ascendente.

Durante los últimos años se consiguieron avances importantes a la hora de ampliar el acceso a la educación, pero el progreso fue mínimo y más lento de lo necesario. Actualmente, según relata el Informe sobre los progresos en el cumplimiento de los ODS de 2023 de las Naciones Unidas, solo uno de cada seis países pretende alcanzar el objetivo de enseñanza establecido por la agenda de desarrollo global en 2015. Incluso si se alcanzasen las metas firmadas, se estima que 84 millones de niños y jóvenes seguirán sin asistir a la escuela en 2030.

La pandemia de la COVID-19 tuvo efectos devastadores en la educación mundial. En cuatro de cada cinco de los 104 países estudiados se documentó pérdida de aprendizaje debido al cierre de escuelas a consecuencia de la pandemia. El mismo estudio de la ONU señala que 300 millones de niños carecerán de las habilidades básicas de aritmética y lectura al final de esta década para tener mejores empleos y oportunidades en general. 

Revertir esta realidad se ha convertido en un objetivo primordial en el ámbito internacional. Por este motivo, para proteger y garantizar el acceso a un aprendizaje continuo, la financiación de la educación debe ser una prioridad nacional de los países en los próximos años. 

Una educación de calidad es el motor principal para salir del ciclo de la pobreza, algo que ayuda a empoderar a las personas a llevar un estilo de vida más sostenible y saludable, beneficiando así a la sociedad en su conjunto. Por eso, garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad es el ODS 4 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, aprobados en septiembre de 2015 como parte de la Agenda 2030.

 VER INFOGRAFÍA: Claves para entender el analfabetismo en el mundo [PDF] Enlace externo, se abre en ventana nueva.

Metas del ODS 4: Educación de calidad

A pesar de los progresos realizados a escala mundial en los últimos años, la UNESCO afirma que cerca de 763 millones de adultos siguen sin saber leer ni escribir, de los cuales dos tercios son mujeres. Con todo, las metas fijadas para 2030 son:

• Asegurar que todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad.

• Conseguir que todos los jóvenes y una proporción considerable de adultos estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética.

• Aumentar el número de jóvenes y adultos que tengan las competencias necesarias para acceder al empleo, al trabajo decente y al emprendimiento.

• Garantizar el acceso igualitario a todos los niveles de enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables.

• Construir y adecuar instalaciones educativas para que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos.
• Aumentar la oferta de docentes calificados mediante la cooperación internacional para la formación de maestros y profesores en los países en desarrollo.