¿Qué es y por qué existe el robo de arena?
Robo de arena, un fenómeno de efectos ambientales devastadores
La arena es, después del agua, el recurso natural más demandado. Es un componente imprescindible para la fabricación de aparatos electrónicos, o de vidrio, y también se utiliza masivamente en la construcción. El rápido crecimiento de la población y el desarrollo masivo de las ciudades han convertido a este material en un bien escaso y, en torno a su comercialización, ha surgido un negocio muy lucrativo. El robo de arena es una amenaza real para el medio ambiente.
Todo lo que nos rodea contiene arena, desde los plásticos a los productos cosméticos, pasando por los electrodomésticos. Hasta la pasta de dientes contiene este tipo de material —un máximo de un 20%—, pero el principal uso de la arena es la construcción: para crear cemento, asfalto, etc. se consumen millones de toneladas anuales de arena.
Según el informe más reciente del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente sobre el tema, publicado en 2022 bajo el nombre Sand and Sustainability: 10 strategic recommendations to avert a crisis, cada año se explotan 50.000 millones de toneladas de arena sin que haya una vigilancia adecuada del impacto de esta actividad en la naturaleza. Este dato hace que la arena, la gravilla y todos los demás materiales relacionados con la piedra trituradas sean el segundo recurso natural más explotado del mundo, después del agua.
¿Qué ocurre con la arena robada?
La urbanización no se va a desacelerar. Según el mismo informe de las Naciones Unidas, en 2020, el 56% de la población mundial vivía en zonas urbanas y se prevé que la cifra aumente hasta el 68,3% en 2050. Países como Singapur o Dubái importan arena —ya sea legal e ilegalmente— para ganarle terreno al mar y crear islas artificiales. Las megaciudades en India o Nigeria crecen sin descanso y su urbanización devora cantidades ingentes de arena.
Como muestra el informe de la ONU, a medida que las ciudades se expanden y se mejoran las infraestructuras urbanas, la demanda de arena también aumenta. Y eso se debe, sobre todo, a que más de la mitad de este recurso se dedica a cubrir las necesidades del sector de construcción, responsable de los futuros proyectos de viviendas, hospitales y escuelas, además de carreteras, puentes e infraestructuras clave para el desarrollo humano. Por otro lado, también hay que mencionar el crecimiento de actividades ilegales y no reguladas de grupos que se encargan de la extracción de la arena.
La propia organización señala que el tráfico de arena es un negocio muy lucrativo. En Marruecos, por citar tan solo un ejemplo, la mitad de la arena (unos 10 millones de metros cúbicos anuales) proviene del tráfico ilegal de la arena de playa. En este comercio ilegal, cada vez más común en los países en desarrollo, los traficantes emplean palas, camiones, barcos y hasta animales para saquear la arena proveniente de playas o ríos.
La arena, grano a grano
Un puñado de arena... 1.000.000 de granos de minerales sometidos a intensos procesos de erosión y meteorización.
Una partícula individual dentro de ese puñado se conoce como grano o clasto de arena.
El tamaño de un grano de arena oscila entre los 0,0625 y 2 milímetros.
La forma de cada grano de arena es variable
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Angular -
Subangular -
Subredondeado -
Redondeado -
Muy redondeado
La arena de playa contiene cuarzo, vidrio volcánico, olivino, granate, basalto, así como diferentes minerales magnéticos.
La arena es transportada por el viento y el agua, y depositada en forma de playas, dunas y médanos.
Los suelos arenosos poseen unas excelentes características de drenaje por lo que se suelen utilizar para la agricultura intensiva.
El consumo medio mundial alcanza 50.000 millones de toneladas de arena al año, y cerca de 30.000 millones de toneladas se destinan a la fabricación de hormigón armado.
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Se estima que una casa de tamaño medio necesita 200 toneladas de arena para construirse. -
Un hospital, 3.000 toneladas. -
Y para la realización de solo un kilómetro de autopista, se requieren 30.000 kilos de arena.
VER INFOGRAFÍA: La arena, grano a grano [PDF] Enlace externo, se abre en ventana nueva.
Los devastadores efectos del robo de arena
La descomunal demanda de arena alimenta la actividad de redes ilegales. El precio de la tonelada se ha disparado en los últimos años y estas redes han saqueado las playas de muchos países, como Vietnam, Sierra Leona, India o Cabo Verde —donde la extracción de arena está prohibida desde 2002—. Asimismo, varios ríos de Camboya han visto cómo su arena ha desaparecido, poniendo en peligro los cultivos y los pueblos de las riberas, y en Indonesia han desaparecido unas 25 islas desde el año 2000.
Las consecuencias medioambientales de la utilización desmedida de arena son devastadoras: se estima que la mitad de las playas del mundo podrían desaparecer a finales de este siglo. El dragado y extracción de arena del fondo del mar y de los ríos afecta profundamente al medio ambiente en varios aspectos:
- Biodiversidad: al desaparecer las playas y las riberas de los ríos, muchas especies pierden su hábitat natural.
- Pérdida de terrenos: desaparecen islas y terrenos cultivables, tanto en el interior como en las zonas costeras.
- Hidrológicos: los ríos cambian su cauce, aparecen crecidas e inundaciones y se alteran los ciclos de las mareas.
- Calidad del agua: con los corrimientos de tierra, el agua puede contaminarse y dejar de ser apta para el consumo humano.
- Infraestructuras: las crecidas de los ríos causan daños en puentes, casas, embarcaderos y embalses.
- Climáticos: directos, a través de la contaminación por la extracción y el transporte de la arena, e indirectos, por la producción de cemento o asfalto.
- Paisajísticos: erosión de la costa, cambios en deltas y desembocaduras de ríos, etc.
- Disminución de protección contra eventos extremos: al destruir playas y riberas de los ríos, las inundaciones, sequías, tormentas marítimas con gran oleaje, etc. tienen un mayor efecto.
Alternativas eficaces para evitar el robo de arena
Para revertir esta situación y reducir el consumo de arena en todo el mundo, la ONU propone una serie de medidas.
Apostar por estas iniciativas parece aún más urgente si tenemos en cuenta que la arena es un recurso natural con un proceso de formación lento y que las consecuencias de la sobreexplotación de los recursos naturales no renovables trae consigo sus propios efectos.
