Pregunta: ¿Por qué es tan difícil reciclar el plástico?
David Espinosa, fundador de Altais Nova: Los plásticos, como cualquier otro material, necesitan que haya infraestructura puesta que los recoja, los transporte, los separe y, luego, los transforme de nuevo en materias primas. En el caso de los plásticos es más difícil ese proceso porque hay una gran variedad de ellos y, además, con propiedades diferentes que hacen que sea más difícil procesarlos juntos. Esto nos ha llevado a que, en Europa, por ejemplo, el reciclaje de plásticos no supere el 25% actualmente, y a nivel ya mundial, la media no supere el 10%.
Pregunta: ¿En qué consiste el proceso que estás desarrollando para reciclar plásticos?
David Espinosa: Simplifica la composición de los laminados, cuantos menos elementos contengan, son más fáciles de reciclar. La solución le aporta varias de las propiedades que le aportaban las distintas capas, lo conseguimos con un solo aditivo, y además le aporta una solución, bueno, una propiedad adicional, que es que vuelve el envase ferromagnético.
Pregunta: ¿Qué ventajas aporta?
David Espinosa: En concreto, como tiene que sustituir a otros materiales, lo que va a hacer es aportarle una mayor resistencia. Supone también una barrera importante al paso de gases como el oxígeno y la humedad que es importante en los envases. ¿Por qué?, porque bueno, la función principal de un envase es proteger su contenido. Esa protección tiene que ser frente a agentes mecánicos, pero también frente al oxígeno y a la humedad que pueden estropear el contenido del envase, con lo cual, uno de los principales requisitos que buscamos en el envase es que mantenga el contenido fresco y sin deteriorar el mayor tiempo posible.
Pregunta: ¿Cómo mejora la solución que estás desarrollando la reciclabilidad de los envases?
David Espinosa: Actualmente se estima que aproximadamente 12 millones de toneladas de plástico acaban en el mar cada año. Parte de estos son envases laminados, que son a los que está enfocada nuestra solución. Si se aplica nuestra solución en la fabricación de los envases, lo que conseguiremos es simplificarlos haciendo que sea más fácil recuperar la materia prima que contienen. Por otro lado, como le estamos dando una propiedad que es volverlos ferromagnéticos, eso nos va a permitir, en plantas de tratamiento o en vertederos, recuperarlos, utilizando imanes, que es una tecnología muy sencilla y muy económica.
Pregunta: Tu idea ha recibido un premio importante.
David Espinosa: Se trata de un premio al reto de materiales circulares que lo propuso el año pasado la Fundación Ellen McArthur con la financiación de Wendy & Eric Schmidt. Este premio lo que buscaba era soluciones al problema de los residuos plásticos en el mar. Se anunció durante el Foro de Davos de este año, junto con otros ganadores; y el premio ha consistido en un premio en metálico para poder empezar a desarrollarlo, así como un programa de desarrollo empresarial con apoyo de mentores y contactos con empresas.
Pregunta: ¿Cuándo será posible aplicarla a los procesos industriales de reciclado?
David Espinosa: Siendo realista pueden ser dos o tres años hasta que el producto llegue hasta el mercado.
Pregunta: ¿Cuál es el valor económico de los envases laminados?
David Espinosa: El mercado de los envases laminados mueve aproximadamente 100 mil millones de dólares al año —eso en datos del año pasado— y se están viendo unos incrementos de valor de un 10% anual aproximado.
Pregunta: ¿Un consejo?
David Espinosa: La principal solución pasa por reutilizar lo que usamos, más que por el consumo único. A pesar de que pueda haber soluciones, esas soluciones no van a funcionar si nosotros, cada uno de los consumidores, no somos conscientes del problema y reducimos nuestro consumo de plástico.