Entrevista a Theresa Zabell
"Si frenamos el problema del plástico en origen le ahorramos un mal increíble al planeta y, sobre todo, a nuestros mares"
Noviembre de 2019. Tiempo de lectura: 4 minutos
Theresa Zabell está acostumbrada a ganar batallas. Como deportista conquistó dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos (Barcelona 92' y Atlanta 96') y tras su retirada se autoimpuso un nuevo reto, uno que llevaba años rondándole la cabeza: salvaguardar los océanos. Con esa mentalidad ganadora intacta, asegura que estamos a tiempo de revertir la situación si todos nos ponemos manos a la obra.
Theresa Zabell, doble campeona olímpica (Barcelona 92' y Atlanta 96') y presidenta de la Fundación Ecomar.
Solo hay una deportista en España que puede decir que es bicampeona olímpica, y no es otra que Theresa Zabell. Muchos aún guardan en la retina su imagen al timón de su embarcación en Barcelona 92' y Atlanta 96', pero sus logros no se quedaron ahí. Tras poner fin a su carrera deportiva fundó la Fundación Ecomar y durante los últimos 20 años se ha dedicado a devolverle al mar parte de lo que le dio. ¿Cómo? Organizando talleres con niños para concienciarles sobre el cuidado del medio ambiente o actividades para recoger residuos de las playas.
El mar siempre ha formado parte de tu vida, ¿qué significa para ti y qué sientes al verlo invadido por residuos como el plástico?
El mar lo ha sido todo para mí desde siempre. Desde que empecé a navegar fui consciente de que el mar estaba lleno de cosas que no tenían que estar allí. Por ejemplo, cuando en la orza de mi barco se enganchaban cosas. Y entonces me preguntaba: ¿cómo es que nadie hace nada para sacar todo esto de aquí? Y como esa pregunta volvía, volvía y volvía, cuando dejé la vela olímpica decidí que esa persona quizás tenía que ser yo. Y así nació la Fundación Ecomar.
Del 1 al 10, ¿crees que nuestro planeta está en una situación de emergencia climática?
Creo que nuestro planeta está en una situación de emergencia climática desde hace bastante tiempo, pero hemos tardado mucho en darnos cuenta. ¿Del 1 al 10 en cuánto estamos? En el 10 no porque todavía es reversible. No sabría decir un número con exactitud porque no soy científica, pero sí creo que tenemos que actuar todos para revertir esta situación.
Para dejarle un planeta aceptable a los más jóvenes tenemos que ponernos manos a la obra
Una mujer como tú, que ha dedicado parte de su vida al cuidado de mares y océanos, ¿qué opina de la involucración de la sociedad en general y de empresas como Iberdrola en particular en lo relativo al cuidado del medio ambiente?
Cuando estamos ante una situación tan dramática, tan drástica y tan seria nos tenemos que unir todos en un frente común: jóvenes, mayores, de derechas, de izquierdas, empresas grandes y empresas pequeñas. Aquí no hay ni bandos ni rivalidades. Estamos encantados de que grandes empresas se hayan dado cuenta de que es hora de actuar porque al final todos perseguimos el mismo objetivo, que es darle la vuelta a la situación del planeta.
El plástico ha invadido los océanos y los expertos califican la situación de alarmante, ¿cuál es la solución? ¿Pasa por reducir su presencia en nuestra vida?
No queremos demonizar el plástico porque también tiene cosas buenas, pero sí queremos alertar a todas las personas sobre aquellos residuos que pueden acabar en el mar si no se les da el tratamiento correcto. Y este es el mensaje que nosotros trasladamos a todas las personas, sobre todo niños y mayores, que hacen talleres de sostenibilidad con nosotros. Si frenamos el problema del plástico en origen le ahorramos un mal increíble al planeta y, sobre todo, a nuestros mares.
Vista la situación actual, ¿qué planeta vamos a dejarle a los más jóvenes? ¿Crees que las nuevas generaciones tienen más conciencia medioambiental?
Soy optimista y creo que les vamos a dejar un planeta aceptable. Pero para dejarles ese planeta tenemos que ponernos todos manos a la obra. Ahora, desde pequeños les vamos educando y les vamos concienciando de que el planeta no es ilimitado. Ha habido, por tanto, un cambio de conciencia, un cambio de hábitos, un cambio de educación. Y esto es muy importante. Los jóvenes están muchísimo más concienciados en este aspecto y tenemos que seguir hacia delante.
Eres la única mujer española con dos oros olímpicos, ¿cómo ves el presente y el futuro del deporte femenino en España?
El deporte femenino en España tuvo un antes y un después con Barcelona 92'. Y tanto yo como mis compañeras, de lo que llamamos la Generación del 92, nos sentimos muy orgullosas de haber abierto camino a deportistas que ahora nos están dando muchas alegrías. El deporte femenino goza ahora de una salud excelente en lo que se refiere a grandes resultados y eso es importante. Pero también es importante ver como hay tantas mujeres, jóvenes y niñas que ahora practican deporte como forma de vida y que antes no lo hacían. Es maravilloso.