Deportistas de alto rendimiento

Para la mayoría de ámbitos de nuestra vida, cuatro o cinco segundos no son nada, pero en el deporte es un tiempo decisivo: el que concede un podio, el que separa a un corredor de otro al llegar a la línea de meta o el imprescindible para encestar un tiro o marcar un gol y ganar el partido. En ese instante, solo algunos deportistas destacan sobre el resto y son reconocidos como campeones en su categoría.

Pero, ¿qué hace que Katie Kedecky se haya convertido en la primera nadadora en ganar cinco mundiales de natación seguidos? ¿Y que Usain Bolt sea el hombre más rápido del planeta? ¿Por qué Alexia Putellas y Aitana Bonmatí son consideradas dos de las mejores futbolistas del mundo? ¿Qué cualidades reúne Novak Djokovic para ser avalado como uno de los mejores tenistas de la historia?

Cuando un deportista sobresale frente a otros solemos decir que tiene talento, cualidades o una genética privilegiada. Pero, en realidad, no sabemos determinar qué marca la diferencia. Los grandes campeones, ¿son personas normales que se transforman al practicar deporte o personas extraordinarias? 

La genética de los deportistas de élite

Históricamente se pensaba que había un tipo de cuerpo ideal para cualquier tipo de ejercicio y se establecía un prototipo estándar para elegir a los deportistas profesionales. Sin embargo, a principios del siglo XX se empezó a ver que unas fisiologías o características físicas o biológicas eran más adecuadas para algunos deportes que otras: una prueba de atletismo de velocidad requiere unas cualidades diferentes a otra de lanzamiento de peso, por ejemplo.

En 2003, un consorcio internacional de científicos logró descifrar la secuencia del genoma humano, lo que aportó importantes repercusiones en la medicina y la comprensión de nuestro ADN. Desde este momento la ciencia en el deporte empezó a analizar posibles variantes genéticas que explicaran el talento o las capacidades de los deportistas de éxito.

Diversos estudios identificaron el ATCN3, productor de una proteína que se encuentra casi en exclusividad en las fibras musculares y permite la contracción rápida, y su variante o alelo R, que permite una respuesta explosiva de los músculos, favoreciendo la velocidad. Las investigaciones apuntan a que el gen de la enzima conversora de angiotensina (ECA) también tiene un papel muy importante en la regulación del flujo sanguíneo. 

Sin embargo, ¿hasta qué punto nuestro ADN determina nuestra capacidad de destacar en el deporte? No está claro. Como en muchas otras áreas de la biología, no ha sido posible establecer una conexión directa entre el rendimiento deportivo y un solo gen. La genética no es más que una pieza del puzzle, ya que por sí sola no puede determinar que una persona sea un deportista de élite. Otros factores que también juegan un papel fundamental en el éxito son el entrenamiento, la nutrición y las cualidades psicológicas.

 VER INFOGRAFÍA: El perfil de los campeones deportivos [PDF]

Una mente preparada para el éxito

"En el alto nivel, las diferencias físicas y técnicas son mínimas. Todo el mundo se entrena a tope. Lo que cambia es cómo estás tú, cómo puedes gestionar tus emociones y lo que ocurre en la pista". Juan Carlos Campillo, entrenador mental de la campeona olímpica de bádminton Carolina Marín, explicaba así unos días antes de la histórica medalla de oro de la atleta española la importancia de la mentalidad de los campeones en un diario español de tirada nacional.

Desde la segunda mitad del siglo XX numerosos estudios han sostenido que la psique está detrás del éxito de los campeones deportivos, con habilidades mentales adaptadas a los requerimientos del deporte que practican. Estos condicionantes reunirían factores de personalidad, pero también temperamentales como la autoconfianza, la concentración o la relajación, entre otros. 

La capacidad de respuesta de los campeones es un punto clave en su éxito deportivo. Un estudio elaborado en 2014 por investigadores en la Universidad Ondokuz Mayis en TurquíaEnlace externo, se abre en ventana nueva.  demostró que el tiempo de reacción de las personas que no eran deportistas profesionales era mucho mayor al de los profesionales de la mayoría de disciplinas. Además, estos tiempos eran similares entre los deportistas de élite, independientemente de la rama deportiva.

Investigadores de la Universidad de Ciencias de la Salud y del Deporte de Wrocław (Polonia) aportaron nuevas características en una investigaciónEnlace externo, se abre en ventana nueva.  publicada en 2021 en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health. Según estos expertos, los campeones son presumiblemente equilibrados y resistentes al estrés; tienen una mayor capacidad de atención y no entran en pánico en situaciones difíciles, y tienen reacciones emocionales adecuadas a los estímulos.

Además, otro estudio publicado en Frontiers in PsychologyEnlace externo, se abre en ventana nueva.  (2021) añadía que los deportistas suelen confiar en sus habilidades tanto en el contexto deportivo como en su vida cotidiana; disponen de inteligencia emocional; y de una alta motivación general de éxito, que les permite asumir riesgos y marcarse objetivos cada vez más desafiantes.

La importancia del entrenamiento psicológico

Si algo está claro, es que las cualidades psíquicas y el estado mental de los deportistas de élite son fundamentales para su rendimiento. Muchos entrenadores defienden que, aunque el deporte se entrene con el cuerpo, se gana con la mente. En este punto la psicología deportiva tiene un papel fundamental al aportar técnicas y herramientas para optimizar el rendimiento. Estos son algunos de sus líneas de trabajo con los deportistas:

Control del estrés

Aunque cierto nivel de estrés es necesario para afrontar competiciones importantes, la psicología deportiva aporta herramientas para evitar que se convierta en algo desmotivador. 

Desarrollo de la concentración y la atención

El objetivo es que el deportista sea capaz de centrar su atención sobre la tarea que desarrolla evitando estímulos internos o externos. Además, se debe adaptar a las distintas demandas en función de la situación. 

Impulso a la motivación

La clave es entender la motivación como el proceso que permite alcanzar objetivos con una mejora constante.

Apoyo en la recuperación de lesiones

Esta disciplina de la psicología también aporta recursos para que el profesional deportivo pueda volver gradualmente al entrenamiento y la competición tras sufrir lesiones.

Mejora de la gestión emocional

Se basa en el trabajo de las emociones, para que sea posible canalizar los sentimientos negativos y aprovecharlos para mejorar los resultados.  

Autoconfianza y conocimiento propio

Los deportistas de élite trabajan para fortalecer su autoestima y saber cómo reaccionar ante determinadas situaciones o influencias del entorno como herramienta de autocontrol. 

Planificación de objetivos 

La psicología ayuda a establecer metas realistas y objetivas que no propicien la desmotivación.

Fomento de relaciones sociales

Es fundamental establecer vínculos sanos entre los deportistas de un equipo o con el cuerpo técnico.

Líderes en el apoyo a las campeonas deportivas

El apoyo y respaldo a los líderes deportivos es fundamental para alcanzar el éxito. Por eso, en Iberdrola apoyamos especialmente el deporte femenino y respaldamos el trabajo de las profesionales de élite para impulsar su empoderamiento, reconocer su papel referente en la sociedad y concienciar al mundo de lo necesario que es que construyamos entre todos una sociedad en igualdad de oportunidades.

Contamos con embajadoras de alto nivel provenientes de España y Brasil que representan los valores de nuestro Grupo. Junto a ellas seguimos abriendo el camino para que el deporte femenino y su papel como campeonas tenga el reconocimiento que merecen.