Alejandra Quereda, seleccionadora nacional de gimnasia rítmica individual
"No tienes que abandonar uno de tus sueños para cumplir otro: es complicado, pero no imposible"
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Mayo de 2019. Tiempo de lectura: 2 minutos
La seleccionadora nacional de gimnasia rítmica individual, Alejandra Quereda, compagina sus dos grandes pasiones: el deporte y los estudios superiores. En su día a día, las medallas olímpicas y de dos campeonatos del mundo comparten espacio con los libros de medicina.
Alejandra Quereda, gimnasta y seleccionadora nacional, dedica su vida a sus dos pasiones: el deporte y sus estudios de medicina.
Descubre la historia de Alejandra Quereda
Alejandra Quereda, seleccionadora nacional de gimnasia rítmica individual: "Los momentos más duros son el día a día. El levantarte a las ocho de la mañana y que ya te duela todo el cuerpo, salir del entrenamiento a las nueve de la noche y que todavía tengas que cenar, ducharte y, después de ocho horas entrenando, ponerte a estudiar".
"No tienes que abandonar uno de tus sueños para cumplir otro. Es complicado, pero no imposible. Alguna vez me han preguntado qué ha sido más difícil: ¿llegar a ser subcampeona olímpica o sacar la carrera de medicina? A mí, y parece increíble que lo diga, me ha costado más sacar la carrera".
"Muchas veces he pensado en abandonar la carrera. Las lesiones son una parte dura de la vida de un deportista y he derramado lágrimas por ello, pero creo que derramo más lágrimas por la impotencia de que no me dé tiempo a estudiar para un examen".
"Llegó un momento en el que tuve que renunciar a mi vida social porque el poco tiempo libre que tenía lo dedicaba a estudiar. De lo contario, era imposible compaginarlo todo. Ya me lo decía mi madre: 'No sé si usarás o no tus apuntes, pero son los más viajeros del mundo', porque me han acompañado a todas las competiciones".
"En los últimos meses me veía más trabajando con la bata de medicina que continuando con la gimnasia".
"Cuando volví de los Juegos Olímpicos de Río de 2016, me operaron y, por lo que me dijeron, sabía que por el alcance definitivo de la lesión que había tenido allí volver a competir al más alto nivel era imposible. A veces una retirada a tiempo es una victoria, estando en lo más alto, en el mejor momento posible".
"Cuando decidí coger el cargo de seleccionadora nacional supe que tenía que apartar el MIR. Es algo que no me esperaba, pero pensé que las oportunidades a veces pasan solo una vez y decidí lanzarme y probar este nuevo reto. Ya veremos lo que me depara el futuro".
"Más adelante, el día que deje de ser seleccionadora, me gustaría ejercer la medicina, que es algo que me gusta y a lo que le he dedicado tanto tiempo".